No son golondrinas, son la garza real, la garceta, la gallineta, el martinete, el martín pescador o el chorlitejo chico, y en menor cantidad, gaviotas, fochas comunes y ánades reales. Las aves han vuelto al centro de Madrid gracias al plan de regeneración del Río Manzanares puesto en marcha por el Ayuntamiento de Madrid a propuesta de Ecologistas en Acción, con un presupuesto de 1,2 millones de euros, sobre la base de un contrato que incluye dos años de mantenimiento. Más de 50 especies han regresado al tramo de 1,3 kilómetros que va del Puente de los Franceses al de la Reina Victoria, gracias a la transformación del río en curso fluvial natural que ha propiciado la apertura de las compuertas de las presas. También el barbo, un pez de la familia Cyprinidae propia de Europa que en los años 50 prácticamente se extinguió, hoy vuelve a vivir en estas aguas atraído por las nuevas condiciones, y se han detectado ejemplares de gobio, alburno, carpa, carpín, pez gato y gambusia.

Las compuertas se abrieron en mayo de 2016. Éstas retenían el agua desde que en 1955 se decidió canalizar el río, idea que terminó llenándolo de grandes piedras, y generándole una fuerte inclinación que impedía el desarrollo de vegetación natural en las orillas, a lo que se añadía la presencia de especies exóticas invasoras. La apertura ha permitido que el Manzanares se convierta en un corredor ecológico en plena ciudad. Las obras comenzaron con una limpieza general de las orillas y el lecho para continuar con la eliminación de algunas especies arbóreas.

La iniciativa cuenta también con la colaboración de científicos del Museo de Ciencias Naturales, que han iniciado experiencias de cría en cautividad en las instalaciones de la ERAR de Viveros, con tres especies autóctonas de peces: colmilleja, bermejuela y boga de río, que se reintroducirán en el Manzanares. Por otro lado, el plan incluye una operación de renaturalización, en el marco del cual se han plantado 5.230 ejemplares, de los que 273 son árboles de gran porte y 1.305 árboles plantados con estaquillas, y hay 3.660 arbustos. Las especies utilizadas han sido de ribera: fresnos, olmos, álamos blancos, alisos, majuelos, saúcos, rosas silvestres, tarays y sauces.