Muchos docentes siguen repitiendo el mismo esquema en las aulas porque "siempre se ha hecho así". Arantxa Ribot, pedagoga, doctora en educación y responsable de la línea de evidencias en educación de EduCaixa, ha sido la ponente principal del ciclo de conferencias EmocionaTour, organizado por la Fundación Bancaria "la Caixa" en colaboración con La Granja y que pone el acento en la necesidad de educar desde el corazón y las emociones. Por ejemplo, sobre el eterno debate de si poner deberes o no. Ribot considera que lo importante es analizar y estudiar qué tipos de deberes son más eficaces. Las evidencias demuestran que lo son cuando son “breves, concisos y se relacionan directamente con lo estudiado en el aula”, y que “la calidad prime sobre la cantidad”. Otro ejemplo: ¿sirve para algo repetir curso? En su opinión, repetir dos o tres veces aboca muchas veces al alumno fuera del sistema escolar. "Las evidencias no te dicen cómo debes dar las clases, pero te ayudan a tomar decisiones fundamentadas”, asegura.

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Este tipo de cuestiones son las que se han debatido en EmocionaTour, que ha ampliado su radio de acción a toda España (las dos primeras ediciones, organizadas por La Granja, se celebraron únicamente en Cataluña), con gran éxito de público. En todas las localidades por las que pasaron, Barcelona, Lleida, Tarragona, Palma, Sevilla, Madrid y Zaragoza, hicieron lleno total. Junto a Arantxa Ribot, Cristina Gutiérrez, directora de La Granja, la pedagoga Eva Bachel terapeuta y formador Jordi AmenósDavid Bueno, experto en neureducación, y Javier Cebreiros, especialista en "comunicarse bien", han participado en esta singular escuela de las emociones.

Cristina Gutiérrez explica en Alma, la revista de la Fundación Bancaria "la Caixa" que ofrece una perspectiva optimista y diferente de la realidad social, que en sus tiempos como monitora de ocio infantil en una escuela donde el miedo a equivocarse y la costumbre la llevaron a trabajar de forma repetitiva. “Acabé convirtiendo mi profesión en una gran mentira porque sabía que los niños y niñas no aprendían”. Por eso decidió hacer algo diferente, que desembocó en el modelo de La Granja y le permitió “que los alumnos volvieran a escuchar y con resultados demostrados científicamente". En su escuela entrenan las competencias emocionales de los alumnos.

“Cada vez que les hacemos los deberes a nuestros hijos, que les llevamos la mochila, que los protegemos de todo y de todos, los estamos invitando a la pasividad"

Además de desarrollar la autoestima y autonomía. Cristina ve muy importante trabajar la valentía: “La valentía implica acción, la cobardía, pasividad". A lo largo de su trayectoria ha encontrado cada vez más padres asustados que caen en la sobreprotección. “Cada vez que les hacemos los deberes a nuestros hijos, que les llevamos la mochila, que los protegemos de todo y de todos, los estamos invitando a la pasividad. Así es cómo estamos formando a niños frágiles que no sienten que ellos sean sus dignos protectores", explica. De ahí la importancia de que estos niños y niñas desarrollen su inteligencia emocional, ganen en autonomía y, al mismo tiempo, sean empáticos y colaboren con sus compañeros. “A mí la inteligencia emocional me salvó la vida, como profesora y como madre”, concluye.

“El primer problema es que nos encontramos ahora con adultos que no han crecido emocionalmente”, asegura en Alma la escritora y pedagoga Eva Bach, lo que les dificulta su acompañamiento a adolescentes. “tenemos que ser referentes atractivos” y no mostrar el desencanto que a veces acompaña a la edad adulta. Entrevistada por ElPlural.com esta formadora y pionera en nuestro país en cuestiones de inteligencia emocional se pregunta con qué “credibilidad moral” puede resultar un referente para esos adolescentes. “Es como decirles, 'si tú haces lo que yo te digo, vas a acabar como yo'. Necesito ser un referente atractivo para tener fuerza y poder para educar”. Eso no quiere decir que los adultos tengamos que tirar la toalla sino que tenemos que desarrollar nuestras propias competencias y mejorar la comunicación con los adolescentes. 

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Por su parte, Jordi Amenós aportó en este interesante ciclo de conferencias la reivindicación de nuestra vulnerabilidad o, más bien, de nuestro derecho a expresarla, a comunicarla y, así, comprender también la de los demás. De esta manera, logramos conectar primero con nosotros mismos y después con los demás.

Programa dirigido a docentes

La Fundación Bancaria “la Caixa” cuenta con un programa específico de apoyo a los profesores para desarrollar las competencias socioemocionales en sus centros. El programa ofrece dos programaciones didácticas, una para la etapa infantil y otra para la de primaria. “El objetivo es el autoconocimiento, saber gestionar las propias emociones, desarrollar habilidades sociales y estrategias par potenciar el bienestar personal. El programa se llama Emociona y cuenta con una serie de guías y recursos para el profesorado que se puede descargar on line”, explicó Alejandro Fernández de las Peñas, responsable de acción comercial y educativa de la Fundación Bancaria “la Caixa” en Madrid.