La cocinera Samantha Vallejo-Nágera, integrante del jurado de MasterChef, ha visitado el podcast Inédito, y allí, se ha pronunciado contundentemente contra aquellos que opinan que es demasiado estricta en sus críticas a los concursantes del programa.

"Habéis tenido muchas polémicas cuando la gente ha interpretado que os habéis pasado juzgando a alguien", le han cuestionado. "¿Cómo gestionáis eso?", han preguntado, con curiosidad. "Yo fenomenal. Yo me acuesto tan tranquila todas las noches de que he hecho las cosas bien... que alguna vez a lo mejor he metido la pata, pero es que todo el mundo puede meter la pata", ha respondido.

"Si he tenido que pedir perdón alguna vez lo he pedido, pero nunca lo he pedido por algo de MasterChef y por eso estoy muy tranquila", ha reafirmado, a pesar de las numerosas ocasiones en las que sus críticas y las de sus compañeros del jurado han resultado dañinas para los concursantes. 

Vallejo-Nágera también ha respondido a los que critican la selección de concursantes: "Siempre hay polémica, pero ¿a que los que entran no tienen polémica? Y si hay uno que no entra y luego le llamamos o lo que sea... no. MasterChef es un producto de televisión, está divinamente hecho, si hubiese trampas se sabrían y luego la polémica siempre es el que no le han cogido".

"¿Pero tú has visto el plato que has hecho? ¿Tú has visto la mierda que has hecho? Es un programa de televisión, no puedo coger todo jovencitos que quieren ser influencers ni todos tíos que cocinen fenomenal, tiene que haber una señora, un señor, un mayor, uno joven. Tiene que haber unos perfiles, es un tetris de personalidades para que cuadre, está clarísimo", ha explicado.

Las contundentes críticas de un cocinero a MasterChef

Sin embargo, no todo son buenas palabras para MasterChefEl cocinero David de Jorge, más conocido como Robin Food, dio una entrevista con El Mundo y aprovechó para dar su visión sobre el programa de cocina, con el que fue ciertamente crítico, especialmente con las lecciones de cocina que allí se dan.

"No tengo nada en contra de nadie, lo que pasa es que no tengo filtro. Todo lo que sea bueno y sume me encanta. No me gusta el brilli brilli, la aparatosidad, el ego inflado, el postureo, pero entiendo que en el mundo tiene que haber de todo, pero debería predominar el sentido común", comenzaba argumentando sobre la profesión del chef, en un sentido general y sin mencionar a nadie.

Un arranque tras el que fue preguntado por la visión que existe de la labor del cocinero, si consideraba que la misma estaba distorsionada. Su respuesta fue, como era de esperar, afirmativa, y en esta ocasión sí dio nombres: "El oficio de cocinero no tiene nada que ver con lo que enseñan en MasterChef, ni con lo que te dicen en los suplementos dominicales, ni con lo que cuenta Ferran Adrià".

"Existe una visión irreal" de lo que en verdad es nuestro trabajo y luego así nos va. Este oficio va de cocineros que dan de comer todos los días en sus tascas, pero eso no interesa, interesan los fuegos artificiales", afeó de Jorge, recordando que la mayoría de profesionales se dedican a la cotidianidad y no al espectáculo. "Yo iba a la escuela de cocina andando y hoy, esas escuelas están llenas de descapotables de los jóvenes que quieren llegar a lo más alto muy deprisa", lamentaba.

A su vez, sobre el modelo de enseñanza que predomina en las escuelas de cocina, de Jorge opinó que es un modelo "fallido" en el que "se empieza a hacer la casa por el tejado". "Yo echo en falta la escuela de cocina tradicional, porque ahora mismo en España hay muchos centros muy pomposos y rimbombantes que en vez de enseñar a sofreír, a hacer lentejas o a ejercer el oficio como lo hemos hecho los que hemos llegado antes, está enseñando a fabricar fuegos artificiales sin saber manejar la pólvora", argumentó. En este sentido, el chef consideró que hay que apostar por las bases y por los platos más sencillos, antes de pasar a hacer cosas de mayor complicación y espectacularidad.