La reina Sofía se pasó parte del verano alejada de los focos en el Palacio de Marivent, pero en septiembre se ha vuelto a dejar ver. El pasado día 19 participó en la limpieza de una playa en Málaga, el pasado viernes estuvo en el Banco de Alimentos de Albacete y este miércoles visitará el de Toledo. El próximo viernes también asistirá a un concierto en Ibiza a cargo de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.

También se ha alejado de las informaciones que apuntan a su marido, el rey emérito Juan Carlos. No solo sobre sus amantes, concretamente las palabras de Corinna Larsen asegurando que habría planteado un golpe de Estado interno en la Zarzuela, sino también sobre las que apuntan a su fraude fiscal y blanqueo. Sofía ha seguido con su agenda de trabajo, con la sonrisa y la cercanía que la caracterizan, pero con la ausencia de un detalle importante en su mano.

La reina emérita ha prescindido del anillo de pedida que llevaba en su mano. Ya fue en 2019 cuando prescindió de esta joya, pero que tras su ‘reconciliación’ con el emérito la recuperó. Ahora, ni en su pasada por Málaga ni en Albacete lució esta joya, quizás para intentar distanciarse lo máximo posible de los escándalos de Juan Carlos I.

Se trata de un anillo de compromiso elaborado como un aro de oro y dos rubíes redondos, unidos por un diamante talla baguette que Juan Carlos le entregó en 1961. Sabido es que los exmonarcas no llevan vida matrimonial desde hace años y han hecho vidas por separado, ello lo confirmaron la propia Corinna y Javier Ayuso, ex alto cargo de Zarzuela. A pesar de ello, siguieron compartiendo actividades y momentos, como en Sanxenxo o en Madrid, y eso hizo pensar a muchos que su relación había mejorado, pero la falta de este anillo parece volver a confirmar que las relaciones están rotas.