Este miércoles se ha rescatado en redes sociales la polémica que libraron la periodista Maruja Torres y la cantante Pepa Flores, alias Marisol, a cuenta de una icónica foto en la que aparece esta última levantando el puño durante un acto del Partido Comunista Catalán en 1983.

Tras la publicación de la instantánea y el importante hecho de que una figura de la cultura popular española como Marisol fuera comunista, Maruja Torres tomó la decisión de dedicarle una columna en las páginas de El País: "Para levantar el puño como el otro día lo hizo Marisol, sin una fisura, con toda convicción… Hay que tener la fe desesperada del viejo militante que se resiste a ver morir su sueño, o la fe pisoteada de la niña prodigio que nunca pudo crecer con una visión propia", escribió la periodista en las páginas del periódico de Prisa el 21 de octubre del 83.

Además, dedicó una palabras poco elegantes con la artista, a quien señaló como débil y dependiente de los hombres: "Marisol, a la que nunca he conocido fuerte, sino pasando de la tutela de un hombre a la de otro, demasiado deshabitada de sí misma, cree ahora que Andropov es santa Cecilia tocando el arpa mientras el resto del mundo vive entregado a la corrupción del capital y la explotación del imperialismo: son los peligros de bailar al mismo son que taconean otros".

Además, dejó un comentario negativo para el sistema comunista a través de una fina referencia: "Qué tristeza de musa bolchevique a destiempo, cuando todos los rojos destiñen", añadió. En contraposición, Josefa Flores, escribió una respuesta días después también en El País: "Por lo visto, a Maruja Torres le caigo gorda, no le caigo nada bien, vamos, o, si no, no entiendo tanta virguería literaria con la que se goza en intentar degradarme. Pero lo que está claro que en realidad Maruja Torres no tolera, que la pone enferma, vamos, es el puño en alto: sólo comprensible en casos de viejos militantes trasnochados o de niñas prodigio neurotizadas por la vida", escribió. También se acordo del dictador, muerto unos años antes: "Alégrese Maruja Torres: por una frase así, Franco la habría felicitado".

La propia Marisol defiende su gesto de levantar el puño y crítica con dureza la posición tomada por la comunicadora: "En el caso de mi dignidad me molesta, pero me molesta un poco menos porque está claro que se trata de opiniones procedentes de esa vía del medio que tiene sus principales forofos en los esbirros del Pentágono y en las derechas pro USA (de modo que por ambas cosas puede además alegrarse Maruja Torres); sin embargo, quiero decir que ese modo de tratar mi gesto, mi libertad y la dignidad de mi brazo en alto con el puño cerrado, esa forma de comentarlo, es fascista, porque sólo intenta degradar el derecho a hacerlo con dignidad".

El 14 de diciembre del 2000, en un encuentro digital en El Mundo, Maruja Torres reconoció a un usuario de que se arrpentía de lo sucedido con la cantante: "Una vez escribí una columna contra Marisol: me arrepiento de verdad", esgrimió. Sin embargo, el actor Willy Toledo ha aprovechado la coyuntura para atacar a la emblemática periodista: "La señora Maruja Torres ha sido una lacaya de su amo desde que empezó a servir al postfranquismo en El País allá por principios de los 80. Solo empezó a piar de su jefe, el despreciable señor Cebrián, cuando este la despidió de su panfleto en 2013. Una valiente", ha expresado. Además, ha recordado en sus tuits los artículos anteriormente analizados: "Ya en 1983 se retrató vomitando un repugnante artículo de opinión cargado de violencia, desprecio, machismo a borbotones, anticomunismo y envidia contra quien ya entonces sabía que era lo que ella jamás sería: una mujer digna, sin amos, libre; la gran Pepa Flores"