El que fuera uno de los defensores más conocidos de los derechos LGTBIQ+ durante la época de La Movida y la Transición, Fabio McNamara (Fabio de Miguel), ha sido grabado en el Valle de los Caídos elogiando al dictador Francisco Franco y portando la bandera preconstitucional.

El tiempo cambia a las personas, pero en el caso de McNamara ha sido especialmente llamativo. Ha pasado de icono gay a ser un miembro más de la extrema derecha que se opone a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos.

 

McNamara saltó a la fama como pareja musical del director de cine Pedro Almodóvar durante La Movida. Sus looks, canciones, ideales y acciones eran siempre reivindicativas y estridentes.

Ahora, todo parece apuntar a que ha recorrido el camino contrario hasta llegar justo al extremo para convertirse en defensor de la dictadura de Francisco Franco y su memoria.

Para pruebas, no sólo está la imagen en la que se le puede ver en el Valle de los Caídos con una bandera de España preconstitucional, sino también un vídeo que se ha difundido por las redes sociales y en el que el propio McNamara anima a la gente a ir hasta el mausoleo franquista.

“Españoles, vayamos todos el día 15 al Valle de los Caídos. Esta es una guerra santa. Es una cruzada por España y por su liberación para aplastar al enemigo, para que el sagrado corazón de Jesús y el inmaculado de María triunfe en España. Y para que Franco resucite, salga vivo y sea nuestro caudillo. Franco no ha muerto, Franco vive. ¡Viva España!, ¡arriba España! Todos el día 15 en el Valle de los Caídos. El Valle de los Caídos y su cruz serán eternas. Las puertas del mal no la podrán destruir porque Dios es todo poderoso. Amén”.

Como "portavoz delirante de Gallardón" porque el aborto es "satánico"

Pero el camino de Fabio McNamara hacía la extrema derecha tuvo una primera parada en 2014, año en el que atacó duramente el aborto y fue presentado como un converso de la Movida por el grupo Intereconomía.

Lo hizo en un vídeo donde proclamaba que el aborto es "satánico", "maldito", "sangriento", "asqueroso" o "lo peor que hay ya". "Es un sacrificio a satanás, donde la clínica es el templo, el quirófano es el altar, el médico es el matarife (...) y la víctima que se le ofrece a satanás es el niño", alertaba pensando que el mundo está regido por el diablo.