“Tengo que rectificar de arriba abajo mi columna anterior”. Así arranca la opinión de Federico Jiménez Losantos publicada este viernes en El Mundo. En su anterior escrito, el presentador de radio alabó la manera en que Ciudadanos había atajado el intento de pucherazo del “tubérculo ex pepero”, calificativo con el que se refiere a Silvia Clemente.

Y es que, el propio Francisco Igea le informó en Esradio de que fue él y su equipo quienes denunciaron las irregularidades del proceso de primarias. “O sea que, contra lo que yo creía y sostuve erróneamente, no actuó de inmediato el Comité de Garantías, sino a rastras”, espeta Losantos.

“Además, el aparato del partido adelantó de forma extraña el anuncio del resultado y los ganadores, poniendo a los perdedores ante los hechos consumados. Pero era demasiado tarde incluso para la indecencia, y los velocirraptors de las urnas tuvieron que recontar los votos o, simplemente, revisar el censo”, insiste.

Ha dimitido el que se considera -y es considerado- máximo responsable del escándalo, que era también el que aconsejó el fichaje”, dice Losantos haciendo referencia a Pablo Yáñez. No obstante, considera que no es suficiente con su dimisión ya que la situación “no se hubiera producido sin el plácet de Villegas y Rivera, así que de que se quemaran en la sartén las ricas Patatas Meléndez tienen la culpa los jefes -político y técnico- de Cs”.

“Hasta qué punto eran conocedores de la grosera chapuza patatera es algo que ni los finalmente ganadores tienen demasiado interés en averiguar”, concluye.