El nuevo rey de Reino Unido, Carlos III, y su hijo, el príncipe Guillermo de Gales, quisieron tener un detalle con los miles de británicos que estuvieron esperando durante horas para entrar a mostrar sus respetos a la reina Isabel II en su capilla ardiente, ubicada en la Abadía de Westminster.  El nuevo monarca y su hijo salieron a las inmediaciones del palacio para saludar, uno a uno, a quienes allí se encontraban, un gesto que fue ampliamente agradecido por los presentes.

Como era de esperar en una ocasión como esa, la mayoría de los presentes tenía sus teléfonos móviles en la mano, grabando y haciendo fotografías. Sin embargo, uno de los guardaespaldas del monarca no parecía estar muy conforme con esas escenas, y expresó una frase que ha corrido como la pólvora en redes sociales:


“Bajen los móviles, damas y caballeros, disfruten del momento. Estrechen manos y disfruten del momento”, expresó el empleado de seguridad, dirigiéndose en particular a una mujer que grababa todo con su teléfono, y en general a todos los asistentes.

Por otra parte, Guillermo de Gales también fue protagonista de un momento peculiar, al bromear con los asistentes sobre la meteorología, que en Londres no suele ser especialmente soleada: “Muchas gracias [a todos los presentes] por hacer cola. He estado rezando para que el tiempo se mantenga así”, sostenía el príncipe de Gales, refiriéndose al buen día que hizo en Londres.

El entierro de la reina y las joyas que se van a la tumba con ella

El funeral de Estado de Isabel II está fechado para el próximo lunes 26 de septiembre, día en el cual los británicos se despedirán definitivamente de la que fuese su jefa de Estado durante más de 70 años.

Entre tantos desplazamientos, visitas, homenajes y actos protocolarios, surgieron también otros temas al debate, como por ejemplo, qué joyas de su interminable colección se llevará a la tumba la reina. Y es que según pudo informar Lisa Levison, jefa de comunicación del Natural Diamond Council, a Metro.co.uk, “es poco probable” que porte demasiadas joyas, y apostó por que la monarca portará su “simple anillo de bodas de oro galés y un par de pendientes de perlas para descansar”.