Los reyes de España, Felipe VI y Letizia, han viajado esta semana a Japón con motivo de la entronización del nuevo emperador de país, Naruhito. La ceremonia se celebró en el Palacio Imperial de Tokio ante unos 2.000 invitados, entre los que estaban los representantes de las monarquías europeas.

Cuando llegó el momento de las felicitaciones personales, Letizia quiso expresar su efusividad y demostrar en condiciones su cariño y apoyo a Masako, la mujer del emperador. La reina de España le dio la mano al emperador Naruhito y cuando llegó a su esposa, también se la dio. Pero no le llegó con ese gesto; doña Letizia quiso ir más allá y abrazarla y darle dos besos para demostrar así el cariño que le guarda a la emperatriz japonesa.

El gesto ha sido calificado de todas las formas posibles: fuerte y efusivo abrazo, cariñoso, la royal más cariñosa… incluso metedura de pata.  

Letizia acudió a la cena de Gala con un elegante vestido de Carolina Herrera en color rosa fucsia con bordados en plata y en la cabeza colocó la Tiara de Lis, una de las más importantes para los Borbones y reservada para ocasiones especiales.

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