David Bustamante atravesó durante los momentos más difíciles de la pandemia una crisis existencia y graves problemas económicos. El cantante ahora remonta su carrera gracias a su concurso en MasterChef Celebrity y su papel protagonista en el musical Ghost en Madrid.

Así lo ha contado en una entrevista con El País, desvelando que estos casi últimos dos años no han sido nada fáciles: “Yo sigo siendo un trabajador nato: un autónomo que lucha. Que las he pasado canutas en la pandemia, soy alguien a quien nadie le ha regalado nada”, desvelaba.

Al igual que cientos de artistas con sus conciertos, giras y nuevos proyectos, los del cántabro pronto se vinieron abajo con la crisis pandémica, lo que provocó que sus ingresos se congelasen ya que, como él apunta, es autónomo. Por ello, también ha asegurado que su fichaje en MasterChef Celebrity fue un nuevo respiro laboral.

“Sigo siendo de clase obrera, igual que toda mi familia”, matiza el cantante, recordando además lo difícil que es su profesión: “Meto más horas que nadie, viajo, me esfuerzo, me duele todo el cuerpo porque debo estar en forma para ofrecer buena calidad en mis conciertos”, explicaba.

Asimismo, también desvelaba que ha asistido a terapia psicológica y recomienda hacerlo a todo el mundo: "Sí, y debería ir todo el mundo. Hay ciertos momentos en los que tu vida sufre cambios drásticos y acudir a un profesional es totalmente positivo. Están ahí para ayudarte a encontrar el fondo de los problemas. Hace mucho bien", afirma.

Desde su concurso en Operación Triunfo hasta el día de hoy, Bustamante remarca que se no ha dejado de trabajar y esforzarse en estos 20 años: “Nadie me ha regalado nada ni tengo un apellido noble ni un sueldo vitalicio ni ayudas de ningún tipo. Aquí o curro o se acabó”, sentencia. No obstante, a pesar de la dureza de su trabajo, reconoce su adición al mismo: “Necesito estar en contacto con el público porque, al final, uno se vuelve adicto al aplauso sin darse cuenta. Por eso en esta profesión nadie se quiere jubilar”, concluía.