Vito Quiles ha finalizado su particular tour por las universidades españoles -todavía tiene pensado acudir a Buenos Aires-, una gira con la que el pseudoperiodista ha agitado la calle buscando la provocación en los centros de estudio, camuflando ésta bajo conocimiento que, supuestamente, quería traspasar en el aula a simpatizantes.

Quiles sigue dejando imágenes polémicas en redes sociales, en la forma y el fondo de lo que hace, haciendo de la provocación su máxima ya no solo en lo estrictamente político. Así lo demuestra por enésima vez en un vídeo que ha publicado en sus redes sociales y que ha llegado a X, antiguo Twitter, entre reproches de los usuarios.

En este sentido, el agitador ultra se grababa unas imágenes en coche sin cinturón y comiendo con la boca abierta, lo que ha provocado la respuesta de varios perfiles, que han afeado el comportamiento poco cívico de Quiles, para quien lo malo de su gira es que “no te da tiempo a comer apenas”.  

“Salgo del Congreso a perseguir a Óscar Puente y nos esperan mil radicales que me quieren abrir la cabeza”, señalaba desde el vehículo en un tono chulesco. Los comentarios no tardaron en llegar: “Puede hacer lo que quiera”.

La universidad frena a Quiles

La universidad ha frenado en seco a Vito Quiles. Todos y cada uno de los centros públicos a los que ha acudido ha contestado en su mayoría con la negativa a que Quiles accediera al interior, si bien también acudieron algunos fascistas -portaban simología franquista- a recibirle.

Entre las imágenes que ha dejado el que desde la izquierda ha sido catalogado como fachatour, se encuentran la de el protagonista de estas líneas saltándose el cordón policial en Tenerife, algo que provocó el enfado de la izquierda debido a la represión policial que según que sectores experimentan cuando se manifiestan.

Cabe destacar que los actos, al menos en su mayoría, no estaban autorizados ni siquiera por la propia universidad de turno y que entre los lugares en los que una mayor respuesta ha recibido han sido Madrid o Navarra.

Ayuso y Esperanza Aguirre, entre sus máximas defensoras

Una de las máximas defensoras de Vito Quiles ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que lo calificaba como un “periodista, perseguido por los campus”.

Por su parte, su predecesora Esperanza Aguirre aseguraba que al “activista”, que “quiere ser el Charlie Kirk español” le sacaron “toda la kale borroka, que ahora llaman antifascistas”.

Aguirre no se quedó ahí, sino que también ha escrito opiniones medios de comunicación afines en los que critica la respuesta antifascista ante Quiles. “Esos proetarras y abertzales, que se autodenominan antifascistas, habían convocado protestas (…) Eran la organización comunista y Jardun (…) No hay más que ver a los manifestantes para saber el nulo respeto que tienen al Estado de derecho y su identificación con las ideologías más totalitarias y criminales que en el mundo han sido, se enfrentaron a la Policía Nacional y atacaron a un periodista de El Español”, relataba en The Objective.

Esta actitud es condenable, pero lo es también que Quiles se pasee por las facultades españoles provocando. Cualquier diría que va buscando que pase precisamente este tipo de cosas para poder seguir haciéndose la víctima; una persona que día sí y día también acosa a compañeros de profesión, políticos y todo aquel que no piense como él.

Por supuesto, Aguirre no dudó en el caso de Navarra en sacar a colación el fantasma de ETA: “Impedir por la violencia un acto en el que alguien exponga sus ideas y sus proyectos políticos, te gusten o no, siempre será un ataque a la libertad de expresión. Y presumir, como hacen los socialistas navarros, de convivencia, cuando esa convivencia es con los herederos de los asesinos de ETA, es un sarcasmo repugnante. Y no digo nada si, apoyado en esa convivencia, se acusa de fomentar el odio al que no aplaude esa unión de filoterroristas y socialcomunistas”.

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