El pasado jueves 20 de noviembre la Sala II del Tribunal Supremo dictaba sentencia contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, y lo condenaba a dos años de inhabilitación, una multa de 7.200 euros y una indemnización de 10.000 euros a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, por delito de revelación de secretos. La resolución, que contó con cinco votos a favor de cinco magistrados conservadores y dos votos en contra de dos juezas progresistas que apostaban por la absolución de García Ortiz, todavía no se ha presentado por escrito en legal forma, pese a que este martes ya se haya conocido el nombre de la nueva fiscal general: Teresa Peramato.

Con este telón de fondo, la escritora Maruja Torres ha publicado un mensaje en su cuenta de red social Bluesky en la que, con dos palabras, ha definido su parecer sobre la condena. "Están probando si tragamos o cuánto tragamos. La caverna", ha escrito. 

Teresa Peramato, nueva fiscal general

Peramato, jurista de trayectoria impecable y referente en la lucha contra la violencia machista, asumirá el cargo en un momento complejo, tras la dimisión de García Ortiz. El hasta ahora fiscal general fue inhabilitado por el Tribunal Supremo, que lo condenó por revelación de secretos en relación con el caso de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Su salida forzada dejó al Ministerio Público en una posición delicada, que el Gobierno resolvió de inmediato con el nombramiento de quien ha hecho de la defensa de las mujeres su bandera.

El simbolismo del 25N no se escapa a nadie. En un país que acumula más de 1.200 mujeres asesinadas por violencia de género desde 2003, y con una ultraderecha negacionista ocupando escaños e instituciones, designar a Teresa Peramato es un mensaje rotundo: el Estado no se va a quedar al margen. Se trata de la primera vez que una fiscal general del Estado ha dedicado la mayor parte de su carrera a combatir la violencia machista desde dentro del sistema judicial. Y eso no es menor.

Licenciada en Derecho por la Universidad de Salamanca, Peramato ingresó en la carrera fiscal en 1987. Tras años de experiencia en distintas fiscalías, se estableció en Madrid, donde se convirtió en fiscal delegada de Violencia sobre la Mujer en 2005, apenas un año después de que entrara en vigor la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Fue entonces cuando su perfil se consolidó: técnica rigurosa, mirada feminista y sensibilidad hacia las víctimas.

Desde ese momento, su compromiso fue a más. Formó parte del grupo de expertos del Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer, promovió la especialización de fiscales en todo el territorio, y denunció, desde dentro, las carencias del sistema para atender a las mujeres víctimas de agresiones. Su visión, siempre nítida: no hay democracia sin justicia feminista.

En 2021 fue nombrada fiscal de Sala de Violencia contra la Mujer, el puesto más alto dentro de la especialización en esta materia. Durante su gestión, impulsó la mejora de protocolos de actuación para fiscales, elaboró informes técnicos que han sido referencia para juzgados y parlamentos, y defendió con firmeza la aplicación de leyes que han encontrado resistencias en algunos sectores judiciales, como la ley del solo sí es sí.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio