Álvaro García Ortiz, ex fiscal general del Estado, ha conocido este martes, 19 días más tarde del fallo, los motivos por los que el Tribunal Supremo le ha condenado a dos años de inhabilitación por revelación de secretos contra Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y una multa de 10.000 euros por daños morales. Con la publicación de esta sentencia, los magistrados consideran que probado que fue García Ortiz “o una persona de su entorno inmediato” quién filtró a la prensa el correo del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, en el que admitía sin ningún tipo de pudor “haber cometido dos delitos contra la Hacienda Pública”.
Tras este episodio, el periodista y presentador en Cadena SER Carles Francino, se ha pronunciado afirmando en el inicio de su programa, La Ventana, que el Supremo “ha transmitido un mensaje inequívoco de que aquí, al menos para algunos, vale todo”. El ahora exfiscal Ortiz se ha visto inmerso en “una masa de nieve inestable que se desprende de una ladera empinada y provoca una avalancha que arrasa con todo lo que encuentra a su paso”, ha agregado. Lo que comenzó como “un bulo, una mentira reconocida por su propio autor, el jefe de gabinete de la presidenta de Madrid” ha desembocado en un acontecimiento mucho más profundo y “ha provocado destrozos considerables”, ha afirmado Francino mientras recordaba cómo comenzó el caso, tensionando todavía más (si cabe) el debate político español.
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— Cadena SER (@La_SER) December 9, 2025
“Ha dañado también la imagen y la reputación de la Justicia, porque una parte de los españoles, y de los medios, aplaude la condena al fiscal, pero otros muchos la consideran un auténtico atropello”, ha señalado. Y eso sin hablar de la escasa o nula credibilidad que el tribunal otorga a los testimonios de varios periodistas. "No me parece que la imparcialidad de la Justicia, en su máximo nivel, salga precisamente reforzada. Y eso sin hablar de la escasa o nula credibilidad que el tribunal otorga a los testimonios de varios periodistas", ha añadido al respecto
“No ha servido de nada que uno tras otro negaran cualquier comunicación con Álvaro García Ortiz” y es que, teniendo en cuenta que la comunicación entre el periodista Miguel Campos y la Fiscalía se limita a una llamada de 4 segundos, “el fiscal condenado puede apelar al Constitucional o a la justicia europea, que forman parte de nuestro entramado jurídico. Y, después, porque este episodio es demasiado suculento como para desaparecer de la conversación pública en todos los niveles. Continúa, por lo tanto, sembrando inquina por los cuatro costados”, ha seguido Francino en referencia a la instrumentalización política que, a su juicio, se ha hecho del caso.
“En resumen, iba a decir que un desastre, pero para no pecar de tremendista diré que todo lo ocurrido, desde luego, no me parece una buena noticia”, ha sentenciado de forma rotunda finalmente el periodista.