El futuro no se puede conocer, pero sí imaginar. Y si algo sabe hacer Polònia, el programa de humor político de TV3, es adelantarse a los acontecimientos con su característico toque de sátira. En su última entrega, el espacio ha vuelto a situar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como protagonista de uno de sus hilarantes sketches, en esta ocasión ambientado en el año 2060, cuando el líder socialista seguiría, según la parodia, ocupando el despacho de La Moncloa.

El gag ha arrancado con un envejecido pero aún impecable Sánchez entrando a su despacho presidencial, donde le espera su inseparable ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La parodia, fiel al estilo de Polònia, combina la caricatura política con el absurdo futurista. Montero felicita al mandatario por su “don de la supervivencia” tras décadas en el poder. “No lo pierdas nunca”, le ha expresado con admiración, en una clara alusión a la capacidad del presidente para mantenerse al frente del Ejecutivo pese a las crisis y las polémicas.

El sketch ha jugado con la idea de que, pase lo que pase, Pedro Sánchez siempre ha logra salir airoso. En esta distopía cómica, España ha cambiado mucho, pero el presidente continúa inquebrantable. A través de una revelación onírica, el falso Sánchez contempla la España del futuro: un país que, 35 años después, sigue girando en torno a las mismas disputas políticas y a los mismos rostros, aunque ahora con un toque más disparatado.

En el vídeo, el líder socialista descubre que ha vuelto a ganar las elecciones, incluso después de una serie de escándalos surrealistas. Entre ellos, la supuesta corrupción de su robot ministro Ábalos, una versión mecánica del exministro José Luis Ábalos, diseñado para asistirle en su gobierno. A pesar del caos, la victoria electoral vuelve a sonreírle gracias a las luchas internas del Partido Popular, dividido entre su secretaría general y el Gobierno de la Comunidad de Madrid, presidido —según la sátira— por Mario Vaquerizo, convertido en un insólito presidente autonómico.

Desconcertado por su aparente invulnerabilidad política, el falso Sánchez se ha preguntado en voz alta qué más tendría que hacer para perder unas elecciones. “He posado con la bandera de Israel, he reconocido haber cobrado dinero en B, le toqué el culo a la Reina Leonor…”, ha lamentado, enumerando una lista de escándalos ficticios que, según la parodia, tampoco logran poner fin a su mandato.

Justo en ese momento, entra en escena el robot de María Jesús Montero, un androide con voz metálica que le anima a seguir adelante y le recuerda: “Eres la única esperanza blanca del PSOE”. El diálogo, cargado de ironía, refleja el tono habitual del programa, que suele jugar con la idea del poder como un ciclo eterno del que nadie parece querer bajarse.

Sin embargo, el clímax del sketch ha llegado cuando el robot le revela al presidente la única forma posible de caer derrotado y abandonar La Moncloa. “Si la usas, será el fin de tu carrera”, le ha adviertido mientras le muestra un sobre con una fórmula escrita. Intrigado, Sánchez lo abre y lee en voz alta: “Solo tienes que decir en público que apoyas el derecho a la autodeterminación de Cataluña". Al leerlo, el presidente ha comprendido la magnitud del peligro y ha reaccionado sobresaltado. En un giro final, Sánchez despierta de su visión mientras la verdadera María Jesús Montero lo zarandea en el presente, devolviéndolo a la realidad.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover