Nos ha costado, pero aquí está. En ELPLURAL.COM sabemos que los temas de fondo, que van más allá del corto plazo, son los que de verdad afectan a nuestra felicidad y nuestra manera de vivir. Por eso, hace unos meses decidimos hacer una serie especial de entrevistas sobre sostenibilidad. Y, por supuesto, la primera tenía que ser a Teresa Ribera. 

Ribera está convencida de que la sostenibilidad está mucho más allá de las ideologías

Es sin duda una de las personas con mayor conocimiento sobre la realidad que subyace bajo la sostenibilidad. Comprende a los políticos, a las empresas y a los ciudadanos. Pero no se casa con nadie y tiene toques de atención para todos ellos. Afirma que la sostenibilidad no es negociable, es una cuestión de supervivencia. Es Teresa Ribera, directora del Institute for Sustainable Development and International Relations (Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales) con base en París. Allí llegó tras su andadura como Secretaria de Estado para el Cambio Climático entre 2008 y 2011.

Ribera tiene un discurso fácil, cargado de sensatez y de datos. Lo suyo no es soltar consignas vacías de contenido, aunque a veces le sale un ramalazo de profesional de la política. Está convencida de que la sostenibilidad está mucho más allá de las ideologías, es un reto conjunto para todos. “Hemos de encontrar la manera para progresar colectivamente con arreglo a lo que conocemos que son los límites en el siglo XXI”. Unos límites que hemos ignorado durante siglo y medio. “Todo nuestro modelo de prosperidad de los últimos 150 años se ha basado en la utilización, sin ningún tipo de freno, de los recursos naturales que veíamos a nuestro alrededor y que creíamos inagotables”.

Por suerte, nos queda la esperanza de cambiar las cosas antes de que sea de verdad demasiado tarde

La exigencia de eficiencia va a ser mucho mayor en el futuro. “Un planeta que va a estar poblado de aquí a 25 años por nueve mil millones de personas que aspiran de forma colectiva a mejorar sus condiciones, requiere hacer uso de los recursos naturales, pero el ritmo y la intensidad con que los empleamos no es compatible con esos niveles de satisfacción y de bienestar para todos”. El diagnóstico es malo, pero esperanzador: “Estamos mal, pero hemos descubierto que eso no puede continuar”.

No es el único descubrimiento reciente. “Estamos todavía aprendiendo que es posible una prosperidad mucho más inteligente que conviva pacíficamente con los límites de los ecosistemas”.

Para Ribera, no tenemos tiempo que perder. “Estamos en situación límite”, afirma. Por suerte, nos queda la esperanza de cambiar las cosas antes de que sea de verdad demasiado tarde. 

UNA REALIDAD COMPLEJA

“Las realidades económicas, humanas, sociales y, por supuesto, las de nuestro planeta son mucho más complejas de lo que nos parece cuando la miramos con una mentalidad cartesiana, en la que nos centramos en un único concepto”, afirma Ribera. Según ella, la única forma de comprender de verdad la sostenibilidad es “recuperar una visión de ecosistema y de búsqueda del equilibrio, que se corresponde más con la mentalidad tradicional asiática y que en Europa se ha ido perdiendo”.

Precisamente esa complejidad es la causa de que sea preciso abordar la cuestión desde un planteamiento holístico y colectivo. “La responsabilidad de abordar los retos de la sostenibilidad es compartida. Cada cual tiene su parcela. Es una realidad compleja en la que no hay un actor que dicta y los demás lo siguen”. 

OPORTUNIDADES DE NEGOCIO

Las previsiones de crecimiento de la población ponen nuevos retos sobre la mesa. “Es evidente que necesitamos agua potable, porque sin ella es difícil garantizar la prosperidad de todos. Necesitamos suelo porque de la salud de los suelos es de donde podemos conseguir que el ciclo del agua funcione bien, que nos proveamos de suficientes alimentos, que tengamos espacio para vivir en condiciones saludables. Necesitamos aire y un clima que sea lo más parecido posible al que ha sido tradicional en el sitio en el que vivimos. Necesitamos entender todos los aspectos de la biodiversidad que hacen posible ese equilibrio”. 

El aumento del número de habitantes en el planeta abre también una ventana de oportunidad de negocio. “Alimentar a nueve mil millones de personas y garantizarles agua potable, vivienda y energía, supone un volumen de negocio inmenso. Y eso, en el caso de España, no significa construir nuevas casas, sino rehabilitar las existentes para que sean más eficientes. Eso lleva aparejados servicios, materias primas y diseño que generan riqueza y movimiento económico”. 

EL PAPEL DE LOS CIUDADANOS

Según Ribera, “Tenemos que ser ciudadanos críticos, informados y responsables que exigimos de manera razonable, sensata y amable en nuestras elecciones cotidianas, desde el aislamiento de los edificios, hasta nuestra manera de utilizar el transporte”. 

Si no toleramos comentarios machistas, ¿por qué toleramos chistes sobre la sostenibilidad?”

Los individuos podemos empujar la sostenibilidad de muchas formas, nos explica. “La primera es no tolerar barbaridades por parte de las instituciones y los políticos, igual que no lo hacemos en muchos otros aspectos. Si no toleramos comentarios machistas, ¿por qué toleramos chistes sobre la sostenibilidad?”.

Esa responsabilidad de exigir se extiende a nuestro papel como consumidores. “Debemos preguntar qué es lo que estamos comprando, qué costes genera: ¿genera deforestación a gran escala, trabajo infantil? No podemos permanecer ciegos ante este tipo de preguntas”. 

Algo que muchas empresas ya han entendido y se han apresurado a utilizar como ventaja competitiva. “Los consumidores prefieren productos que son más eficientes y con menos impactos negativos para el entorno”.