TikTok se ha propuesto luchar contra la propaganda de Estado. Pero no la del suyo, claro. Es curioso que una plataforma controlada por un régimen en el que el índice de libertad de prensa según datos de Statista es del 25,17 [prácticamente una tercera parte del 76,71 de España], se quiera convertir en adalid de la lucha contra la actividad periodística dirigida por gobiernos.

Aun así, quizá sea de agradecer que TikTok luche contra la propaganda de Estado, siempre y cuando lo haga por favorecer el interés de la comunidad y no el del régimen de Pekín.

Ampliamos nuestra política mundial de medios de comunicación afiliados al Estado

Etiquetas para la propaganda de Estado

Según relata Justin Erlich, director global de asuntos de Políticas y Asociaciones, Trust & Safety, de TikTok, “el año pasado empezamos a añadir etiquetas, de forma piloto, a los contenidos de los medios de comunicación controlados por el Estado, empezando por Rusia, Ucrania y Bielorrusia”.

El objetivo, señala, es “dotar a nuestra comunidad de contexto y herramientas para evaluar los contenidos de nuestra plataforma”. Entre las medidas ya adoptadas anteriormente se encuentran las “etiquetas a lo vídeos con contenido infundado” o las marcas azules de verificación de cuentas.

Erlich explica que “ampliamos nuestra política mundial de medios de comunicación afiliados al Estado y los etiquetamos para ayudar a los espectadores a entender mejor las fuentes detrás de los contenidos”.

El objetivo de TikTok es garantizar que la gente disponga de un contexto preciso

Posicionamiento

La política de TikTok con respecto a los medios de comunicación “afiliados al Estado consiste en etiquetar las cuentas gestionadas por entidades cuya producción editorial o proceso de toma de decisiones está sujeto al control o la influencia de un gobierno”.

De esa forma, la red social espera “garantizar que la gente disponga de un contexto preciso, transparente y procesable cuando se relacione con contenidos de cuentas de medios de comunicación que puedan presentar el punto de vista de un gobierno”.

TikTok evalúa el nivel de independencia editorial en base a diferentes criterios

Evaluación

Para evaluar el nivel de independencia editorial, se busca respuesta a preguntas que analizan, por ejemplo, si esta es parte de los principios del medio o si dispone de normas o estándares periodísticos. Otro aspecto que influye, lógicamente, es la presencia de “afiliaciones estatales en los puestos de gestión o dirección editorial”.

También se buscan pruebas de que el medio no respete sus propias normas editoriales o el tratamiento realizado con temas “de interés público relacionadas con el gobierno”.

Hemos desarrollado una metodología validada de forma independiente

Un año de trabajo

El proyecto arrancó el año pasado: “nos hemos reunido con más de 60 expertos en medios de comunicación, politólogos, académicos y representantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil de Norteamérica, Sudamérica, África, Europa, Oriente Medio, Asia y Australia”.

A estas consultas se ha unido “un importante supervisor mundial de medios de comunicación”, con el que han trabajado para “desarrollar una metodología validada de forma independiente que guíe nuestras decisiones sobre el etiquetado de medios de comunicación afiliados al Estado”.

No hay un enfoque único

Educar a la audiencia

Las conclusiones de ese trabajo resaltan “la importancia de tener en cuenta los diversos contextos políticos, jurídicos y culturales relacionados con los medios de comunicación”.

Por eso “no hay un enfoque único” para este tipo de medios. Por tanto, “cada vez es más importante apoyar la educación de los usuarios sobre las diferentes formas en que los Estados tratan de influir en las noticias y la información”.

Metodología “objetiva”

TikTok asegura que su metodología es “objetiva” y puede “ser aplicada de forma coherente por nuestro equipo de Trust & Safety, que supervisa las decisiones de etiquetado de los medios de comunicación afiliados al Estado”.

Además, la decisión no es definitiva: cualquier cabecera que considere que ha sido etiquetada de forma incorrecta, puede apelar la decisión y presentar la información “que indique las salvaguardias que garantizan la independencia editorial”.

El etiquetado se aplicará de forma gradual, “empezando por más de 40 mercados de varias regiones. Con el tiempo, seguiremos extendiendo esta etiqueta a una gama aún más amplia de mercados”.