Tesla produjo y distribuyó medio millón de vehículos en 2020. Pero, aunque parezca sorprendente, esa no es su única fuente de beneficios. Ni siquiera la más importante.

La cuestión es que en Estados Unidos, los fabricantes de automóviles están obligados -en once estados- a vender un porcentaje determinado de unidades cero emisiones.

Hasta aquí, todo normal. Pero claro, muchos de ellos no lo consiguen. ¿Cuál es la fórmula para evitar sanciones? Comprar regulatory credits [o créditos regulatorios] que sí han sido capaces de venderlos. ¿Y quién tiene un porcentaje del 100 por ciento? En efecto, Tesla -entre otros-.

Tesla ha generado 3.300 millones de dólares de beneficio en los últimos cinco años

Tesla ha generado 3.300 millones de dólares de beneficio en los últimos cinco años

Beneficios

A la compañía, esta estratagema financiera le ha generado nada menos que 3.300 millones de dólares de beneficio en los últimos cinco años, según la CNN. Y casi la mitad, en 2020.

Esta actividad es tan importante, que los 1.600 millones aportados por ella durante el año pasado superan con mucho los ingresos totales de 721 millones de dólares por ventas de vehículos.

Como explica Gordon Johnson, fundador de GLJ Research -una firma de análisis especializada en sectores poco explorados, como los vehículos eléctricos, el cannabis, la producción de iones de litio o la energía solar- “estos tíos están perdiendo dinero con la venta de coches. Están haciendo dinero vendiendo créditos. Y los créditos van a desaparecer”. Porque en 2025 se acaba el chollo.

A largo plazo, la venta de créditos regulatorios no será parte material del negocio

A largo plazo, la venta de créditos regulatorios no será parte material del negocio

Son conscientes

Y la alta dirección de Tesla es consciente de la situación. Su director financiero, Zachary Kirkhorn ha declarado a CNN: “A largo plazo, la venta de créditos regulatorios no será parte material del negocio y no tenemos planeado ninguno alrededor de eso. Es posible que permanezca fuerte durante un puñado de trimestres más. También es posible que no”.

A pesar de las posibles dudas sobre el futuro de Tesla, el precio de sus acciones no ha dejado de ascender durante el último año. De hecho, en 2020 subieron un 743 por ciento, lo que la convierte en una de las compañías más valiosas del mundo. Y eso, pese a que sus ventas totales son una fracción pequeña de los 70 millones de unidades que salieron de los concesionarios de todo el mundo.

Las acciones de Tesla valen más que las de los doce fabricantes más grandes del mundo juntas

Aun así, las acciones de Tesla valen más que las de los doce fabricantes más grandes del mundo juntas, que acumulan el 90 por ciento de las ventas globales. El motivo es que la compañía crece mucho más rápido que sus competidores. Y se espera que siga siendo así en 2021, mientras los demás luchan por recuperar los niveles de negocio previos a la pandemia.

Toda la industria automovilística está avanzando hacia la electrificación total, no solo por las regulaciones, sino también por la evolución de los gustos de los consumidores.

Y Tesla lidera ese segmento. Aunque, por ejemplo, Volkswagen ya vende más vehículos eléctricos en Europa. La evolución de los modelos de otros fabricantes puede hacer que la ventaja competitiva de la compañía de Elon Musk desaparezca. Por eso, según Johnson, no es un “modelo de negocio sostenible”.

Según los analistas, este mercado puede alcanzar los 3 millones o 4 millones de unidades vendidas al año en 2025 o 2026. Y el 40 por ciento de ese crecimiento procederá de China.