Spotify quiere espiar tus conversaciones para analizar tus emociones y recomendarte música en base a ellas. La compañía ha patentado un software para hacerlo y todo parece indicar que su intención es implementarlo.

La idea no ha caído nada bien en el mundo de la creación musical. Más de 180 artistas y organizaciones de derechos humanos han firmado una carta abierta dirigida a Daniel Ek, co-fundador de Spotify,  en la que expresan su “profunda alarma” por la patente de reconocimiento de voz de la compañía.

“Spotify afirma que la tecnología puede detectar, entre otras cosas, el estado emocional, género, edad o acento para recomendar música”, explican los firmantes, que citan a la propia patente. “Esta tecnología de recomendación es peligrosa, una violación de la privacidad y otros derechos humanos y no debería ser implementada por Spotify ni por ninguna otra compañía”, añaden.

Cualquier persona puede firmar contra esta “patente terrorífica” y “vigilancia emocional”

Tú también puedes firmar
El colectivo de firmantes ha creado una web en la que cualquier persona puede firmar contra esta “patente terrorífica” y “vigilancia emocional”, como se refieren a ella.

Identifican cinco “preocupaciones principales” con respecto a esta tecnología. La primera es la “manipulación de emociones”. Según el texto de la carta, “monitorizar el estado emocional y hacer recomendaciones basadas en él, pone a la entidad que despliega esa tecnología en una posición de poder peligrosa en relación con el usuario”.

Es imposible inferir el género y los gustos musicales en base al acento, sin discriminar

Discriminación
Además, es un camino que lleva a la discriminación: “Es imposible inferir el género sin discriminar en contra de personas transexuales y binarias, así como otros que no encajan en los estereotipos de género”.

Y no solo eso, también aseguran que “es imposible inferir el gusto musical de alguien en base a su acento, sin asumir que hay una manera normal de hablar o caer en estereotipos raciales”.

El dispositivo estaría grabando y probablemente investigando información privada

Privacidad
Otro aspecto que el grupo de artistas y organizaciones considera en peligro es la privacidad. A su juicio, “el dispositivo estaría grabando todo -estaría monitorizando, procesando datos de voz y probablemente investigando información privada”. Además, al captar “metadatos ambientales”, puede estar escuchando a otras personas que estén en la habitación “y potencialmente usar [la información] para hacer inferencias discriminatorias sobre ellas”.

La tecnología también puede suponer un riesgo para la seguridad de los datos. Como señala la carta abierta, “recolectar datos profundamente personales puede convertir a cualquier entidad que despliegue la tecnología en un objetivo para autoridades gubernamentales y hackers maliciosos”.

Por último, el texto señala que “usar inteligencia artificial y vigilancia para recomendar música, solo puede servir para exacerbar las disparidades existentes en la industria de la música. La música debe ser hecha para generar conexión entre seres humanos, no para agradar a un algoritmo que busca maximizar el beneficio”.

Si no piensan utilizar esta tecnología, ¿por qué están explorando ustedes su uso?

Insistencia
Esta carta no es la primera. Ya el 2 de abril Access Now ya envió una a Spotify en la que pedía a la compañía que abandonase la tecnología que recoge la patente. El 15 de abril, la respuesta fue que la compañía “nunca ha implementado la tecnología descrita en la patente en ninguno de nuestros productos y no tenemos planes de hacerlo”.

Los firmantes explican que “aunque nos agrada escuchar que Spotify no tiene en la actualidad planes para desplegar la tecnología, esto hace surgir una pregunta: ¿por qué están explorando ustedes su uso? Llamamos a su compañía a comprometerse públicamente a no usar, licenciar, vender o monetizar nunca la tecnología de recomendación”.

Porque, como bien señalan, “aunque Spotify no la use, su compañía podría beneficiarse de la herramienta de vigilancia si otra entidad la despliega”. Y finalizan con una frase que no deja lugar a dudas: “Cualquier uso de esta tecnología es inaceptable”.