En serio. Que alguien me lo explique, porque no lo veo normal. A mí otras cosas no se me caen. O lo hacen muy pocas veces ¿Pero los móviles? Es constante, ¿no?

Se caen desde las mesas, se caen al váter, se caen a la piscina... ¿A ustedes se les caen las llaves a la barbacoa? No, ¿verdad? Pues los móviles lo hacen.

Luego me pongo a pensar en modo teoría de la conspiración. O sea, si hay cienes de ingenieros y diseñadores industriales analizando cada detalle de estos artilugios, cómo es que a nadie se le han ocurrido una esquinas de material antideslizante o que tengan las marcas para los dedos, tipo volante [feo, pero práctico]?

La conclusión a la que llego, ya digo que en modo paranoico, es que es aposta.

Que sí, que quieren que se nos caiga el móvil y se espachurre contra el suelo, que se ahogue en el inodoro o en la piscina, que se abrase en la barbacoa como San Lorenzo (o Anakin Skywalker, eso según cada quien).
Tanto big data y a nadie le da por estudiar esto. Lo dicho, aquí hay gato encerrado.