[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"41729","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-368013","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"430","alt":"Luis Ongil (3\u00ba por la dcha) en la entrega del premio Emprendedor XXI. Foto: Fundaci\u00f3n \u0026quot;la Caixa\u0026quot;"}}]] Luis Ongil (3º por la dcha) en la entrega del premio Emprendedor XXI. Foto: Fundación "la Caixa"



Cada vez con más frecuencia, los emprendedores con experiencia dicen que las cosas -la mentalidad- en España está cambiando con respecto a lanzarse a la aventura de iniciar una carrera empresarial. Percentil.com, una web de venta de ropa de segunda mano, bien podría ser un ejemplo en este sentido. Aunque pudiera parecer que España es de las primeras en consumo para este sector, la realidad de los datos demuestran lo contrario, y se sitúa por detrás de otros países.

Creada hace tres años por Daniel Bezares, Lourdes Ferrer y Luis Ongil, Percentil.com está presente también en Alemania y Francia. La idea innovadora que propone ha merecido uno de los premios Emprendedor XXI de Fundación Bancaria “la Caixa”. Motivos para recibir dicho galardón no faltan. En la actualidad cuenta con 85 trabajadores y crece a un ritmo del 300%.

Si tienes ropa de niño o bebé a la que no des uso y se encuentre en buenas condiciones, Percentil.com te la compra. Si eres de los que busca prendas para tu pequeño con más de un 70% de descuento y en un estado sobresaliente, Percentil.com la tiene. Arrancó con ropa infantil pero con la vista puesta en 'mujer'. Hace tiempo que también está en marcha. El siguiente paso es la rompa de hombre. Luis Ongil, además de co-fundador es CEO de la empresa.

¿Por qué surge la idea de Percentil? ¿Nicho de negocio? ¿Necesidad personal?
Más o menos. Al final, la realidad es que llevaba años en EEUU y quería regresar a España y sabía que internet funcionaba bien. Y es verdad también que uno de los socios presentaba el tema de la ropa para sus gemelos y sabía que en EEUU, Alemania o Australia, la ropa de niños de segunda mano se vende en masa. Creíamos que traer el modelo a España podía funcionar. En principio enfocado a niños pero teníamos claro que también lo ampliaríamos a mujer y en algún momento a hombre.

Y está funcionando...
Estamos en el tercer año ya de Percentil y en un nivel de 800.000 prendas aproximadamente.

Sois una startup y, siguiendo casi las fases que cualquier empresa de este tipo busca, habéis iniciado ya la internacionalización.
Nacimos en España pero desde el principio con vocación de salir fuera porque aquí el mercado de ropa no es tan potente, aunque parezca mentira, como en otros países. Empezamos con Francia, por razones logísticas, y en marzo compramos al número 1 en Alemania (que es el principal mercado en Europa). Ahora estamos allí con una empresa de 35 personas y en Madrid para Francia y España con 45 trabajadores.

¿Qué diferencia hay entre Percentil y otras alternativas o tiendas por online de ropa nueva o usada?
Nosotros lanzamos en abril o mayo 'mujer' y supone ya el 30% de lo que vendemos. Y en 'mujer' se da el ejemplo más claro. Lo que hacemos es ofrecer ropa con hasta un 70% de descuento garantizando que está prácticamente nueva. Y la cosa funciona porque la mayor parte de nuestros clientes no adquirían prendas de segunda mano. Además, dentro del servicio que ofrecemos se incluye el hecho de que si lo que compra no le queda bien lo devuelve sin coste. Es decir, es lo que ofrecen otras tiendas online pero con la peculiaridad de un precio reducido y prendas casi nuevas.

 


 

Además, también vosotros compráis ropa a personas particulares
En efecto, al vendedor le ofrecemos quitarse la ropa que ya no quiere y cobrando por ello. Nosotros hacemos el proceso completo, es decir, nosotros compramos directamente el producto. El que está en condiciones para ser vendido según los criterios que nosotros seguimos lo vendemos, y el que no lo donamos.

Pocas empresas hay como vosotros en España
Sí pero las hay, aunque a menor escala. Tienes que pensar que el problema que tiene nuestro modelo es que funciona en escala, es decir, que hasta que alcanzas cierto nivel, pierdes dinero. El coste de meter una prenda en el almancen es importante. Cuando empezamos mis socios y yo con Percentil nos encargábamos personalmente de todo, desde las fotos, hasta la criba del producto, y esto significa un coste bastante elevado. Para que te hagas una idea, recibimos cada día 300 bolsas de ropa suponen entre Berlín y Madrid 10.000 prendas. Esto nos permite tener una estructura de procesado como si fuéramos una factoría, y ahí es donde empiezas a tener cierto nivel de ahorro. Digamos que es lo malo de un negocio como este, que necesitas un cierto modelo para empezar a generar beneficio.

Y todo esto sin hacer publicidad convencional
Es verdad que dedicamos una cantidad a publicidad pero en temas de Google o Facebook, pero por ahora no vamos a la publicidad convencional. Pero la razón de ello es que podríamos romper todo el proceso. Nosotros ahora mismo recibimos esas 300 bolsas diarias que te comentaba antes. Si recibiésemos 3.000 no seríamos capaces de ofrecer el servicio. Hay que ir creciendo escalonadamente porque si no las cosas no se cumplen. Nosotros ahora aumentamos a un ritmo del 300% pero hay que ir siguiendo las pautas que nos hemos marcado.

Vienes de EEUU donde el movimiento 'startapero' está consolidado ¿Cómo lo ves aquí en España?
El gran problema que hay en España, además del dinero, es que no somos un país al que le guste mucho arriesgarse. Tenemos mucho respeto a fallar. En EEUU esto no ocurre. Allí si fallas muchas veces nadie te va a mirar mal. Ahora mismo es curioso en España porque hay bastante dinero por gente que ha vendido sus empresas de internet y actúan ahora como 'angels' o aquel negocios e inversores nuevos. Por eso, ahora es el momento de sacar adelante una idea interesante. Además, dentro de lo que cabe es relativamente fácil montar una startup.

Si porque además aquí hay talento y mucho
Desde luego, lo que ocurre es que todavía cuesta mucho dar ese salto. Es verdad que los que ahora estamos entre los 38 y los 44 años aún somos reticentes a emprender... La generación de mi abuelo era capaz de arriesgar más, también por las circunstancias, pero nosotros somos de 'quedarnos con el trabajo, tranquilos' y sin más riesgo. Por suerte esto también está cambiando con las nuevas generaciones.