El recuerdo de la aparición de Pac-Man en España en un momento como aquel, en plena transición, va unido precisamente a esos instantes y a las vivencias personales de cada uno. Con toda probabilidad, muchos ligarán este aniversario a su reunión con los amigos en las salas de juego para echar una partida (era un lujo) o mirar como otros lo hacían.
Creación japonesa
Como ha venido sucediendo hasta hace no mucho, cualquier aparición o lanzamiento de este tipo siempre se atribuía a algún creador nipón. En el caso de Pac-Man también. Su 'padre' es Toru Iwatani, de la empresa Namco. Este juego arcade salió el 21 de mayo de 1980 y desde el primer momento fue todo un éxito.
Hay quien asimila el diseño del Comecomos a una pizza a la que le falta una porción. Más allá de especulaciones, este creación ha marcado a toda una generación, hasta el punto de que en la actualidad ha vuelto con una serie de dibujos animados. Sin embargo, como afirmaría el purista pacmaníaco... ¡No tiene mucho que ver con el original!
Récord Guinnes
Una aclaración que hay que hacer es que por entonces no existían las consolas (portátiles o de sobremesa), de manera que Pac-Man fue diseñado para las máquinas recreativas. En esta modalidad batió varios records. Por ejemplo, se convirtió (y mantuvo el hito durante tiempo) en el juego Arcade con más seguidores llegando a vender casi 300.000 máquinas en apenas seis años. Incluso acabó con el dominio de otro clásico, Space Invaders.
Lo curioso del nombre original es que procede de la onomatopeya japonesa paku (sonido que se hace al abrir y cerrar la boca).
El juego se divide en 255 fases que hay que ir superando. En realidad, dicen quienes lo han conseguido, que existe un nivel 256 pero que cuando lo alcanzas la pantalla se divide en dos y una de ellas se vuelve distorsionada haciendo imposible (o casi) finalizar el juego.
Fácil... hasta que se complica
La dinámica todo el mundo la conoce. El jugador maneja a Pac-Man y tiene que ir comiendo los puntos que aparecen sin ser atrapado por los fantasmas (que no son iguales y unos son más rápidos que otros), el enemigo... Que llegue, que llegue, que llego, ya estoy... ¡A por ellos! Una vez que alcanzas los puntos amarillos más grandes, los fantasmas se vuelven de otro color (azules hasta el nivel 18) y Pac-Man se convierte en perseguidor.
Ahora lo dejamos que se me acaba el efecto y los fantasmas vuelven a por mí. Si quieres romper esa nostalgia comiendo puntos amarillos y fantasmas, aprovecha porque para Android e IOS estos días puedes descargarte el juego de forma gratuita.
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Por cierto, un par de apuntes a modo de conclusión. En julio se estrenará la película Pixels en la que nuestro Pac-Man es protagonista con un papel de... malo maloso ¡Lo que cambia la historia! Por otra parte, si eres un friki del juego debes saber que Iwatani, su creador, estará en un mes en Barcelona donde le entregarán un reconocimiento en el marco del salón Gamelab 2015.
