Le proponemos un juego. Mire esta foto y responda a la pregunta: ¿cuál es el mayor peligro para la salud de la persona de la imagen?

El sol puede ser más peligroso que las ondas de la telefonía móvil

El debate sobre el impacto en la salud de la tecnología móvil y, en especial 5G, se ha avivado en los últimos meses por su vinculación con el Covid-19 por parte de algunos personajes famosos, desde Madonna hasta Miguel Bosé, pasando por Woody Harrelson o Wiz Khalifa.  

Teorías conspiroparanoides aparte, para disipar las dudas que podamos tener, lo mejor es acudir a las fuentes con mejores garantías de seriedad y objetividad. En El Telescopio siempre que es posible, buscamos en Naciones Unidas.  

Madonna asegura que la vacuna contra el Covid-19 existe pero está siendo ocultada

Madonna asegura que la vacuna contra el Covid-19 existe pero está siendo ocultada para mantener las desigualdades

No hay ninguna base científica que relacione la transmisión del coronavirus con 4G, 5G u otras ondas electromagnéticas

Conclusiones claras

Y sus conclusiones son claras: “No hay ninguna base científica que relacione la transmisión del coronavirus con 4G, 5G o cualesquiera otras ondas electromagnéticas”, afirma la Unión Internacional de Telecomunicaciones [ITU por sus siglas en inglés], la agencia de la ONU para las tecnologías de la información y de la comunicación. 

La ITU descarta cualquier relación de la telefonía móvil con enfermedades. “A pesar de los numerosos estudios sobre los efectos de los teléfonos móviles en la salud realizados en las últimas dos o tres décadas, no hay indicios de un incremento del riesgo sobre la salud en las personas expuestas a campos electromagnéticos por debajo de los niveles especificados por los organismos internacionales”, afirman sus responsables.  

No hay indicios de un incremento del riesgo sobre la salud en las personas expuestas a campos electromagnéticos por debajo de los niveles especificados por los organismos internacionales

Límites

Ese límite internacional para todas las radiofrecuencias [de 0 a 300 gigahercios] se ha marcado para evitar cualquier efecto negativo sobre la salud humana. Como explican desde la ITU, no es esta agencia la que los marca, sino “los organismos competentes”. Posteriormente, la ITU los incluye en sus recomendaciones y estándares. Aun así, los países son soberanos y pueden establecer sus propios estándares de exposición a campos electromagnéticos, aunque la mayoría se ajusta a los establecidos por Naciones Unidas.  

Según estos niveles, las frecuencias se dividen en dos tipos: las ionizantes y las no ionizantes. Las primeras son las que tienen efectos negativos en la salud humana. Entre ellas, están desde la luz solar y sus rayos ultravioleta, hasta los elementos radioactivos y los rayos X, por ejemplo.  

Las ondas no ionizantes tienen frecuencias inferiores a los 300 gigahercios. En este grupo se encuentran la televisión, la radio, las microondas y, por supuesto, la telefonía móvil. La banda más alta utilizada por 5G se sitúa entre los 25 y 39 gigahercios, muy por debajo de los niveles ionizantes.  

La banda más alta utilizada por 5G se sitúa entre los 25 y 39 gigahercios, muy por debajo de los niveles ionizantes

El espectro electromagnético, según la ITU

El espectro electromagnético, según la ITU

La OMS, de acuerdo

También la Organización Mundial de la Salud [OMS] descarta la vinculación entre 5G y Covid-19. “Los virus no pueden viajar en las ondas de radio ni redes móviles. El Covid-10 se está propagando en muchos países en los que no existen redes 5G”, explica en su página de “Cazadores de mitos” sobre el coronavirus.  

“El Covid-19 se transmite a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva uno la mano a los ojos, la boca o la nariz”, añaden desde la OMS. 

El principal efecto de la exposición a ondas electromagnéticas es “el calentamiento de los tejidos”. En el caso de las radiofrecuencias, “con los niveles de exposición de las tecnologías actuales, los incrementos de temperatura en el cuerpo humano son insignificantes”.  

Así que, ya sabe, si alguien en el chiringuito playero se le pone en modo Madonnabosé, explíquele que probablemente es peor estar tomando el sol en ese momento, que utilizar 5G.