Uno de los grandes temas de 2021 ha sido, sin duda, el metaverso. En especial, desde que Mark Zuckerberg anunciara que la estrategia de toda su compañía se enfocaría a la creación de esta experiencia inmersiva total y que incluso le cambiase el nombre a Meta, para que no haya lugar a dudas.

José Olivares, coordinador académico de Madrid Content School, señala que “los indicios que nos da el metaverso es que no va a ser otra plataforma digital más, con un momento de gloria y de la que dentro de un tiempo nadie se acuerda, como pasó con Snapchat o tantas otras”.

Esta escuela de creación de contenidos de marca para profesionales ha anunciado recientemente que utilizará el metaverso como una canal de relación más con su alumnado. “Es una herramienta más que nos facilita la formación online”, afirma Olivares.

Es un canal de comunicación que inicialmente solo va a crecer

Condiciones perfectas

A su juicio, ahora es el momento en que se dan las condiciones para el desarrollo de esta plataforma: “A lo largo de los años ha habido varios intentos de construir esas realidades alternativas. Tal vez no funcionaron porque estaban un poquitín anticipadas a lo que la sociedad podía asimilar en su momento y no contaban con la tecnología que tenemos hoy en día, que está mucho más desarrollada que hace diez años. Además, la asimilación de la transformación digital por parte de la generalidad de la sociedad también está muchísimo más avanzada”.

Y también, porque la apuesta actual por ella es más clara. “La tecnología y la inversión que requiere el desarrollo del metaverso es mucho mayor”, explica Olivares. A su juicio, el hecho de que “las grandes tecnológicas” hayan decidido impulsarlo lo va a convertir en “un canal de comunicación que inicialmente solo va a crecer”.

Aunque reconoce que no sabemos bien cuál será su evolución:”Ya veremos hasta qué punto o cómo permeabilizará, ya sabemos cómo son las curvas de asunción de la novedad por parte de la sociedad”.

Suena más a marketing que a realidad

Voces en contra

Pero no todo el mundo está a favor del metaverso. La gran voz en su contra es la de Elon Musk, el CEO de Tesla. La semana pasada, sin ir más lejos, se publicaba una entrevista con él [de más de una hora y media de duración, por cierto] en The Babylon Bee, en la que prácticamente se mofaba de la idea de que la gente vaya a aceptar ir todo el día con una pantalla pegada a la cara. “No sé si me lo creo mucho”, dijo. “Claro, te puedes poner una tele sobre la nariz”, explica entre risas. Luego recuerda cuando era pequeño y le decían que mirarla desde cerca le iba a estropear la vista.

Musk reconoce haber probado alguno de los juegos y “están bien, te dan una sensación de movimiento”. Sin embargo, asegura que eso está bien en la pantalla de un ordenador, pero con unas gafas de realidad virtual “te mareas”.

También afirma no querer ser “como esas personas mayores que en los 90 negaban la importancia que iba a tener internet”, pero “ahora mismo soy incapaz de ver una situación del metaverso que sea atractiva, suena más a marketing que a realidad. No lo pillo todavía”.

La mayoría de las tecnológicas llevan ya cuatro o cinco años orientadas al metaverso

Adquirir conocimiento

Sin embargo, Olivares asegura que es el momento para adquirir conocimiento: “Hay gente que decide esperar a un momento de madurez. Nosotros, por deformación profesional, creemos que ahora es el momento, precisamente porque nos interesa sumarnos a los desarrollos innovadores desde el principio, porque así nuestro nivel de comprensión va a ser mayor”.

Y cree que, tras intentos como Second Life y otros, ahora es el momento “propicio para que esta vez sí que funcione” porque “la mayoría de las tecnológicas llevan ya cuatro o cinco años en los que su toma de decisiones se orienta al desarrollo de este universo de realidad virtual alternativa”.

Sobre todo, para quienes -como es su caso- “intentamos ser pioneros y estar en la avanzadilla de los canales de comunicación. Es nuestra responsabilidad y nuestra obligación mantener siempre una perspectiva innovadora. Porque es lo que nos permite preparar a mejores profesionales”.

Olivares destaca el papel que esta tecnología puede jugar en la formación. “Como escuela, ya estamos familiarizados con utilizar diferentes herramientas de trabajo con nuestros alumnos, tanto físicas como digitales. Y entendemos el metaverso como una más en la que nos podemos apoyar para la transferencia de conocimientos que buscamos para nuestros alumnos. La experiencia que el metaverso permite, en el sentido de ser más sensorial, más inmersiva, creemos que va a ser muy provechosa”.

Desarrollo en tres fases

El desarrollo del metaverso “se va a producir en varias fases, como sucedió con la primera revolución digital de las puntocom o la de las redes sociales, explica, “va a haber una primera fase en la que las marcas, los usuarios, la gente van a tener simplemente una presencia digital. En la segunda fase, esa presencia digital tendrá un desarrollo seguramente más cuantitativo a la hora de intentar crecer en tu comunidad digital dentro del metaverso. Y una tercera fase en la que ese desarrollo cuantitativo se intentará cualificar”.

Lo compara con “cuando en el año 2006 y 2007 todas las marcas estaban en las redes sociales y decían: Quiero tener una comunidad de dos millones de seguidores. Y una vez que los tienes, ¿qué haces con ellos?”.

Olivares explica que “el proceso de adopción, si ahora consigue cuajar -que es lo que nosotros pensamos, porque es el momento adecuado-, esas tres fases serán muy similares”.

Hay que verlo como un canal más de comunicación

Sin prejuicios

Para alguien como él, que lleva más de 25 años dedicado a diseñar estrategias de marketing y a formar a profesionales del sector,  la clave está en “enfocarlo desde una perspectiva que, en el fondo, es realista. En lugar de mirarlo con suspicacia, hay que verlo como un canal más de comunicación. Y, como todos los canales, supone oportunidades en función de qué o quién seas: qué tipo de empresa, de marca, de profesional seas o quieras llegar a ser”.

Por eso, “lo importante es mirarlo con curiosidad, con una capa de comprender y que intenten liberarse de cualquier prejuicio o suspicacia. Esta es la transformación que nos tocará en los próximos años”.