Aunque en los países desarrollados nos pueda costar creerlo, en el mundo más de tres mil millones de personas carecen de acceso a internet. Y eso a pesar de que Naciones Unidas lo considera un derecho fundamental, porque “es la clave para poder ejercitar y disfrutar de la libertad de expresión y opinión”.  

El proyecto Taara, liderado por X, la factoría de proyectos más ambiciosos de Alphabet, la compañía matriz de Google, tiene como objetivo terminar con esta desigualdad gracias a una tecnología que elimina los elevados costes y complejidad del despliegue de redes por cable de fibra óptica. Su propuesta puede sonar sorprendente, pero funciona: infrarrojos. Sí, como lo lees, los mismos que hacen funcionar el mando a distancia de tu televisión. 

Una conectividad significativa es esencial para el crecimiento económico y para tener un acceso inmediato a las oportunidades 

Primer despliegue 

Taara acaba de anunciar que va a comenzar a poner en práctica su solución en Kenia. Como explica Mahesh Krishnaswamy, su Director General, “la conectividad es más importante que nunca. La pandemia ha provocado un cambio dramático en nuestra forma  de trabajar, aprender y estar en contacto con nuestra familia y amigos” 

El objetivo del proyecto es proporcionar acceso a internet “rápido y asequible” a aquellos lugares del mundo a los que no llega la fibra óptica. Krishnaswamy afirma que “hay estudios que demuestran que una conectividad significativa es esencial para el crecimiento económico y para tener un acceso inmediato a las oportunidades”. Entre ellas, “disfrutar de una videollamada o asistir a clase o trabajar de forma remota”.  

Nuestra tecnología puede usarse para ofrecer los beneficios de la banda ancha a comunidades que todavía no tienen acceso a ella 

Banda ancha 

El proyecto Taara –que antes se denominaba FSOC por sus siglas en inglés [free space optical communications o, en castellano, algo así como comunicaciones ópticas en espacios abiertos] está desarrollando soluciones basadas en el uso de rayos de luz. “Durante los últimos años, hemos estado trabajando con socios en todo el mundo para aprender más acerca de cómo nuestra tecnología puede usarse para ayudar a expandir y aumentar las redes de fibra existentes y ofrecer los beneficios de la banda ancha a comunidades que todavía no tienen acceso a ella”, explica su máximo responsable. 

Su primer objetivo es el África subsahariana. Para conseguirlo, la compañía ha unido fuerzas con empresas locales  [Econet y sus filiales, Liquid Telecom y Econet Group] para desplegar una red en Kenia, “en lugares en los que es un reto tender cable de fibra o en los que desplegarlo puede ser demasiado caro o peligroso –por ejemplo, sobre ríos, en parques nacionales o en zonas post-conflicto-”. La compañía ya había realizado una serie de pilotos en el país durante el año pasado.   

Cada enlace Taara puede cubrir hasta 20 kilómetros y es capaz de transmitir hasta 20 Gbps+ 

Similar a la fibra 

El funcionamiento de Taara es bastante similar, a grandes rasgos, al de la fibra óptica. También consiste en transmitir información a través de haces de luz, a alta velocidad. Pero, en lugar de hacerlo bajo tierra a través de un cable, los envía de un terminal a otro para crear un enlace. Cada uno de esos enlaces puede cubrir hasta 20 kilómetros y es capaz de transmitir hasta 20 Gbps+, lo que supone “una capacidad suficiente para dar servicio a miles de personas que quisieran ver YouTube a la vez”.  

Como detalla Krishnaswamy, “es importante que la señal entre terminales Taara no se interrumpa, por eso las unidades se sitúan en lo alto de torres, mástiles o tejados”.  

X se define a sí misma como “un grupo de inventores y emprendedores que creamos y lanzamos tecnologías que buscan mejorar las vidas de millones, incluso miles de millones de personas. Nuestro objetivo: tener un impacto multiplicado por diez en los problemas más intricados del mundo, no solo un diez por ciento de mejora. Afrontamos proyectos ambiciosos y arriesgados de investigación con la velocidad y la ambición de una startup”.