Las predicciones del cine futurista presente en películas como '2001: Odisea en el espacio' o 'Terminator' parece que se hacen realidad estos días en el Mobile World Congress de Barcelona. Esto es lo que nos demuestran desde una empresa española a través de la tecnología del Machine Learning, es decir el aprendizaje automático. Aunque da un poco de miedo, sería algo así como que las máquinas se vuelven inteligentes y deciden por ellas mismas a la hora de ejecutar acciones. Algunos, ahora mismo, han pasado a pensar también en 'Yo robot', aquel film en el que los androides se levantaban en armas.

Y aquí es donde entra en juego la compañía tecnológica Bismart, liderada por el emprendedor Albert Isern y especializada en Big Data. En el evento por excelencia del smartphone y más cosas, se ha presentado Bismart Face and Emotion Recognition, una "aplicación única en el mundo basada en la nube de Microsoft", según explican. Incluye un asistente digital personal que permite interactuar con esta tecnología de inteligencia artificial de una manera natural.

Datos en información

Cada vez son más las empresas e instituciones que buscan patrones de comportamiento ocultos en los datos, algo que normalmente no es visible para el analista. Su descubrimiento permite hallar nuevos segmentos de clientes, contribuyentes, o identificar comportamientos de compras. Al final, como resaltan sus responsables, el objetivo es sencillo y pasa por "Convertir en información de valor aquellos datos que hasta ahora no se sacaba provecho".

A partir de esta necesidad, la tecnológica Bismart presenta esta novedosa herramienta que ayudará a impulsar, más si cabe, el negocio del sector turístico.

Fotomatón inteligente

La novedosa herramienta Bismart Face and Emotion Recognition es como un "fotomatón inteligente". Teniendo eso en la cabeza, ahora hay que imaginarse lo que es capaz de hacer. Se trata de identificar y detectar, en tiempo real, las emociones a través de la expresión facial. El funcionamiento es sencillo: escanea la cara de la persona y en función de la edad y su expresión facial devuelve un conjunto de 8 estados emocionales asociados a la cara de la fotografía. El software reconoce las diferentes emociones como por ejemplo enfado, desprecio, asco, miedo, felicidad, neutralidad, tristeza y sorpresa.

El sistema realiza el escaneo de la imagen y efectúa el reconocimiento facial. Gracias a los algoritmos de inteligencia artificial creados por Bismart, se devuelve un tarjetón-informe que recoge el análisis facial y la prescripción de la acción a realizar para mejorarlo, ya sea un masaje relajante, visitar la Casa Batlló, o hacer la Ruta Gastronómica del Jamón con un 50% de descuento.

A partir de este momento, los ejemplos para entender esta tecnología se suceden sin parar: "Oye, estás tan estresado que tienes que olvidarte del mundo por un rato en el spa más relajante de Sevilla"; "Eres joven y feliz, disfruta de la vida nocturna de Barcelona, no te pierdas la discoteca de moda!" y asi, como indicaba el personaje de otra película, aunque esta más infantil, "hasta el infinito y más allá".

En el Mobile 

No sabemos si eres de los afortunados que estos días se dará una vuelta por el Mobile World Congress. Si es así, el propio CEO de Bismart, Albert Isern, ha invitado a “las personas que nos visiten en el stand" a poder "disfrutar de esta experiencia". A partir de una fotografía que hará el dispositivo en directo, "la máquina realizará un reconocimiento facial y detectará las emociones y edad y ofrecerá recomendaciones inteligentes para disfrutar de la mejor experiencia en la ciudad.”

En la actualidad, según señalan desde la empresa española, Bismart está considerando la posibilidad de una colaboración con proveedores del sector para la comercialización de diferentes industrias, como la del mercado turístico, meintras que la moda será el segundo objetivo. De este modo, no descartemos a corto o medio plazo la instalación de “máquinas” para ayudar a los clientes a elegir la ropa dentro de las tiendas para, simplemente, ver como se ve alguien en tiempo real con un vestido, falda o par de zapatos.