Mientras la sangría en bolsa continúa y muchos empiezan a ver el principio del de Facebook, probablemente llevados más por el deseo que por la realidad, la plataforma sigue con su política de transparencia informativa.

O eso es lo que parece según el último dato ofrecido por la compañía en el que se confirma que la filtración de datos de sus usuarios de la que se  beneficio la consultora británica Cambridge Analytica, fue todavía más grave porque afectó a 87 millones de ellos, y no a 50 como se dijo en un primer momento. 

"En total, creemos que la información de Facebook de hasta 87 millones de personas, la mayoría en Estados Unidos, puede haber sido compartida inapropiadamente con Cambridge Analytica", escribió el responsable tecnológico de la firma, Mike Schroepfer, en el apartado dedicado a los medios.

En este escrito de Schroepfer se detallan algunos cambios que hará Facebook para restringir la información a la que pueden acceder las aplicaciones de la red social, unos planes que adelantó hace dos semanas su fundador, Mark Zuckerberg, y que se desarrollarán durante los próximos meses.

A mediados de mes se conoció que la consultora había tenido acceso en 2014 a datos de 50 millones de usuarios recopilados por la empresa dirigida por Zuckerberg, lo que podría suponer una violación de las condiciones de confidencialidad de la compañía.

"Abuso de confianza"

Días después, el consejero delegado de la plataforma admitió que había habido "errores" y un "abuso de confianza" hacia los usuarios, por lo que anunció una revisión de sus prácticas de privacidad y algunas medidas para evitar que se repita la situación.

Precisamente, ahora Schroepfer explicó que, a partir del 9 de abril, Facebook informará a los usuarios cuyos datos hayan sido compartidos con Cambridge Analytica y mostrará en el "News Feed", donde aparecen las noticias, un enlace para ver fácilmente qué aplicaciones usan y la información a la que acceden.

Asimismo, Facebook ha desactivado la opción de buscar a un usuario introduciendo su número de teléfono o su correo electrónico, de la que asegura que han abusado "actores maliciosos", al tiempo que también llevará a cabo la eliminación de los registros de llamadas y textos en Messenger y Facebook Lite que superen un año de antigüedad.

Mark Zuckerberg, fundador y máximo directivo de Facebook que comparecerá ante el Congreso de EEUU el próximo 11 de abril, también habló en las últimas horas. Lo hizo para defenderse señalando que, a pesar de los últimos errores cometidos por la compañía, sigue siendo la persona adecuada para dirigirla porque "en la vida hay que aprender de los errores y averiguar qué tienes que hacer para seguir adelante".

Ante los periodistas también dijo que "cuando estás construyendo una cosa como Facebook, que no tiene precedentes en el mundo, siempre va a haber contratiempos". En una especie de juego de limpieza de imagen de la marca y de sí mismo, Zuckerberg indicó que "soy el primero en admitirlo: no adoptamos una visión más amplia sobre cuáles eran nuestras responsabilidades".

Sin "impacto significativo"

En clave económica afirmó que la polémica no ha tenido un "impacto significativo" en la compañía, si bien reconoció que la situación "no es buena", reconociendo "una rotura masiva de la confianza" y que "tenemos mucho trabajo por delante para solucionarla".

Preguntado sobre si a raíz de este escándalo ha habido algún despido en Facebook, Zuckerberg señaló que no tenía intención de perjudicar a alguien para beneficiarse él mismo.  "A fin de cuentas, es mi responsabilidad", insistió.

El fundador de la plataforma más utilizada del planeta señaló también que la empresa se ha impuesto como una de sus tareas combatir las "noticias falsas" que puedan aparecer en la red, en una labor que se prolongará por varios años.