Pese a la irrupción de internet, de la amenaza constante de la piratería y el incremento exponencial de los contenidos audiovisuales en la red, la televisión sigue siendo la reina de la mayoría de los hogares españoles. Aunque, por supuesto, también está cambiando: lo que vemos y cómo lo vemos. 

La televisión ha sido, como el resto de medios de comunicación, uno de los sectores más afectados por la crisis. En el plano económico, es indudable. Pero no tanto en el de las audiencias. El marco general de medios de 2015, que recoge datos hasta 2014, demuestra que los españoles nos seguimos pasando casi cuatro horas al día delante de la televisión: 237,8 minutos diarios, exactamente. cinco menos que el año anterior, pero un cuarto de hora más que en el año 2000. Entonces, ¿a qué se debe la crisis, si no hemos dejado de verla? Hablamos con Ignacio Solís, CFO [Chief Financial Officer o Director Financiero en castellano] y Senior VP de FOX International Channels [FIC] Iberia. 

"La televisión consigue reunir a las personas para ver un contenido juntos", dice para tratar de explicar por qué este medio sigue estando tan presente en nuestras vidas. Aunque es innegable que los hábitos de consumo han cambiado. En el año 2000, el número de minutos que los españoles pasábamos conectados a internet, era de 5,5 [uno se pregunta qué hacíamos en aquella época sin estar enganchados a la red]; hoy en día hemos superado los cien minutos diarios. Eso ha hecho que las factorías de programas hayan tenido que reinventarse. "Ahora, los espectadores tienen la posibilidad de acceder a los contenidos a través de diferentes dispositivos, en función del lugar en el que se encuentren. Eso ha hecho que los canales de TV, proveedores de esos contenidos, hayamos multiplicado nuestra oferta". 

"Hay oportunidad para el desarrollo de la televisión de pago en España"

Y España sigue siendo tierra de oportunidades para compañías como FOX. "No cabe duda de que el contexto económico del país ha sido difícil y aún lo es, pero hay oportunidad para el desarrollo de la televisión de pago en España. Se están dando pasos muy importantes en este sentido con el impuso dado por las plataformas de pago y tenemos esperanza en lograr un crecimiento significativo".

Pese a lo que pudiera parecer, cuando vamos por la calle y vemos a la gente mirando a la pantalla de su móvil, el principal lugar de consumo de contenidos es en casa. "El consumo fuera del hogar es una realidad fruto de las nuevas tecnologías y de la capacidad de los dispositivos digitales, pero por ahora no es el consumo mayoritario de televisión, que todavía sigue siendo el tradicional. Sin embargo, vivimos en constante cambio y eso es lo que nos va a permitir seguir creciendo. Gracias al esfuerzo de las plataformas y la calidad de los contenidos, está aumentando el número de usuarios de televisión de pago, lo que nos da buenas expectativas de futuro. La tecnología impulsa esta transformación. De cara al futuro, veremos más cambios porque la era de multidispositivos está ayudando a que se consuma más y de otra manera". 

Cuando le preguntamos sobre el futuro, asegura no tener "una bola de cristal". Y añade: "Hacer previsiones de futuro a largo plazo es imposible, porque la tecnología avanza muy rápido y siempre nos sorprende. Lo que sí puedo decir es que nosotros trataremos de adecuarnos a esos cambios lo mejor posible para seguir ofreciendo nuestros contenidos de la mejor forma posible, junto con las plataformas de pago, independientemente del formato elegido en cada momento". 

Las que sí parece seguro que seguirán con nosotros un tiempo, son las series.

Solís reconoce que son una excelente herramienta para fidelizar a las audiencias. "Ha habido un boom de series en los últimos años. La explosión del cable en Estados Unidos ha hecho que se produzcan más, con contenidos diferentes a los tradicionales y eso ha hecho que tengamos mucho más público. Una serie permite tener una continuidad, seguir la evolución de una historia y familiarizarte con los personajes. Aparte de la extraordinaria calidad lograda por muchas producciones, que ha contribuido decisivamente a este despegue".

Este mundo ha cambiado mucho en los últimos treinta años. Pero hay cosas que siguen igual. Por ejemplo, Los Simpson. Quién sabe qué será de nuestra querida tele dentro de otros treinta.

La lacra de la piratería

Hablar de contenidos, hoy en día, es hablar de piratería. Solís afirma que "es un problema social que necesita una gran labor de concienciación para ser resuelto. Se empiezan a dar pasos, pero aún queda mucho por hacer. La gente no es consciente del daño que hace a todos los sectores y en todos los niveles. Afecta a la industria, pero a la larga a todos porque, entre otras cosas, también se deja de recaudar dinero para Hacienda. La gente no lo percibe como robar, pero es un robo, de hecho".

Le preguntamos cómo se puede acabar con ella. "No sé decirte cuál es la fórmula mágica. Yo creo que hay que ir por todas las vías, por la concienciación y también por la vía legal". Porque, como él mismo señala, no se trata de compartir contenidos, sino de un negocio ilegítimo: "Hay personas que se están lucrando a costa del esfuerzo y del trabajo de otros". 

Y no solo eso, sino que ese lucro procede, en muchas ocasiones, de publicidad no controlada por los propios anunciantes. "Con los sistemas actuales de publicidad on line, se puede dar el caso de que las marcas desconozcan que se están publicitando en webs ilegales. Pero hay que trabajar para que llegue esa información y que no se sigan produciendo  estas situaciones".

Las compañías como FIC también están cambiando para luchar contra ella. "La posibilidad de contar con servicios de TV de Pago y con nuevos operadores que ofrecen acceso a los contenidos a través de Internet de forma legal y a precios asequibles es una manera de reducir la piratería. Hay que actuar en todos los frentes contra esta lacra".

El hombe tranquilo

Solís lo sabe todo sobre un negocio en el que lleva casi 20 años -14 de ellos en FIC-. Tiene todos los números en la cabeza pero, al contrario que la mayoría de los financieros, no aturde con ellos. Da los justos, en el momento oportuno.

Sus ademanes educados y pausados esconden un sentido del humor y una naturalidad impropia de los clichés típicos de su profesión. Sugerimos hacerle la entrevista con una figura a tamaño real del protagonista de The Walking Dead apuntando a su cabeza con una pistola y responde entre risas "ya estoy acostumbrado". 

 "Seguiremos teniendo tele en casa... Pero nada es seguro"

No parece tener prisa por nada y menos por atendernos. Nos hace sentir como en casa en unas oficinas que, por otro lado, se parecen bastante al salón de cualquier hogar español: por ellas pululan Homers, zombies y detectives. 

Nos invita a desayunar y prepara con esmero su tostada con tomate. Entre bocado y bocado, va desgranando las claves de una industria compleja pero que parece sencilla cuando la explica él. Al despedirnos, se atreve a pronunciar la única profecía de la conversación: "Seguiremos teniendo tele en casa". Y, en seguida matiza, "pero nada es seguro".