Ya hemos hablado en otras ocasiones en El Telescopio de la importancia de la ética en el mundo de la tecnología. Pero quizá ahora, más que nunca, se está imponiendo una corriente que exige que las innovaciones estén guiadas por un espíritu íntegro

“Más allá del simple entendimiento de las cuestiones éticas que la tecnología puede hacer surgir, usarla de forma responsable requiere que las organizaciones apliquen un método consistente para identificar cursos de acción éticos”, señala Deloitte

La ética tecnológica debe tener en cuenta cómo se utiliza la innovación para impulsar la estrategia de negocio y operaciones

Impacto

Según la firma de servicios profesionales, es crítico diferenciar entre ética corporativa y profesional -que se refiere a cuestiones de negocio, conducta, trato a las plantillas y responsabilidad social corporativa- y la tecnológica.

Esta última debe abarcar “todas las decisiones que tomamos relativas a los avances tecnológicos y los impactos que pueden tener”. Es decir, debe tener en cuenta a las innovaciones en general “y la forma en la que los trabajadores de todos los niveles despliegan esas tecnologías para impulsar la estrategia de negocio y operaciones”. 

Los sesgos de la inteligencia artificial son muy reales y deben ser afrontados

Riesgos éticos

Algo en lo que coincide el Forbes Tecnology Council [FTC, Consejo Tecnológico de Forbes], un panel de expertos que, entre otros aspectos relevantes, han analizado los principales riesgos éticos de la actualidad, entre ellos los sesgos de la inteligencia artificial, que “son muy reales”, deben ser “afrontados” y debe existir una conversación al respecto. 

No es el único problema al que nos enfrentamos. La privacidad de los usuarios, que se incrementa con la popularización del internet de las cosas; o el hecho de que los algoritmos hayan decidido el acceso a los servicios sanitarios durante la pandemia de Covid-19

La PII permite identificar directamente a las personas en base a su navegación y uso de aplicaciones

Medioambiente y privacidad

Pero este grupo de expertos también llama la atención sobre los efectos de la informática en el medioambiente, en especial porque cuanto mayor es el volumen de computación de la que hacemos uso, mayor es el consumo de energía

A todo esto se suma la PII [Personally Identifiable Information], recogida por las empresas, que permite identificar directamente a las personas en base a su navegación y uso de aplicaciones y por la que “miles de compañías pagan” para poder luego “almacenar la información en sus servidores”. De eso también hemos hablado en El Telescopio hace poco, así que te dejamos el enlace por si quieres recordar conceptos. 

La ciberseguridad, otro peligro

Incluso la ciberseguridad, que debería aportarnos tranquilidad, es una fuente de preocupaciones. De hecho, Mark Cameron, CEO de W3.Digital y miembro del FTC, afirma que “la tecnología omnipresente diseñada para mantenernos a salvo puede no ser muy diferente de la implementada para mantenernos callados si no tenemos cuidado”. 

El World Economic Forum aboga por “un enfoque centrado en los seres humanos” y advierte de que “el hecho es que las tecnologías desplegadas ampliamente están fracturando lentamente la cohesión social, desde la política global a las identidades personales”.

La institución destaca que “para construir una sociedad justa y equitativa, el proceso debe comenzar con las personas, con su lógica, ideales, experiencia, empatía y colaboración”. Y añade que “las tecnologías inevitablemente arrastran los valores de sus creadores, sea un grupo pequeño de ingenieros o una grande de naciones que imaginan un destino colectivo”.

Todas las compañías se están convirtiendo en organizaciones tecnológicas

Soluciones

Deloitte ha realizado una encuesta entre líderes de compañías de diferentes sectores. Sus conclusiones apuntan, como claves de las organizaciones más avanzadas en ética tecnológica, a un compromiso mayor con el impacto social y un mayor apoyo a políticas de inclusión y diversidad: “Las organizaciones deberían cultivar un abanico de voces y experiencias para explorar y mitigar las consecuencias potenciales de la tecnología”. 

Por eso, recomiendan “estar orientado hacia la ética desde el principio”. Y a todas las compañías, porque “al margen de cómo de avanzada esté tu organización en el plano digital, todas se están convirtiendo en organizaciones tecnológicas. Por tanto, la ética tecnológica importa”.