Cuando hablamos de la automatización nos referimos a la programación de una función determinada, de tal manera que esta pueda ser activada por una sola orden y repetida sin necesidad de realizarla manualmente. 

Es el caso de apagar o encender una pantalla de videoconferencia, regular la luz o controlar la temperatura de una sala desde un mando a distancia o un Smartphone. Utilidades que, aplicadas a las sedes empresariales, han popularizado en los últimos años el concepto de oficinas inteligentes: una aplicación de la tecnología a la vida del trabajador que persigue la eficiencia y comodidad del mismo, así como una correcta sinergia entre los distintos empleados, departamentos o centros. 

En este sentido, las soluciones tecnológicas no se reducen al control de la seguridad o a la climatización, sino que se extienden a salas de reuniones, auditorios o centros de control en los que se toman decisiones críticas. De este modo, las compañías demandan dispositivos que centralicen los sistemas de audio, video, iluminación y clima. Esto es, terminales que ahorren extras técnicos, que automaticen las operaciones y que las simplifiquen mediante una interfaz sencilla e intuitiva. 

Una solución para ello aparece con un término cada vez más recurrentemente: Domótica, encarnada por una sola consola, desde la cual configurar las distintas herramientas inteligentes. Entre las principales empresas españolas e internacionales que comercializan sistemas de control domótico destaca GESAB, cuyos productos permiten a los clientes gestionar equipos multimedia, centros de control, oficinas, procesos de automatización industrial y, en general, cualquier entorno tecnológico. 

Además, esta compañía española cuida especialmente la conectividad de sus terminales de control. Igualmente, la sencillez de su uso radica en una interfaz intuitiva. 

Con todo, las soluciones domóticas están teniendo gran acogida en muchas compañías; especialmente en aquellas preocupadas por cuidar a sus trabajadores y mantener una buena imagen de marca. 

En este sentido, sus responsables pretenden mejorar las tecnologías de la comunicación y la información, y también la productividad del trabajo en grupo. Por ello apuestan por sistemas de videoconferencias o recursos audiovisuales, como pantallas de gran formato o Videowall. Y es que la centralización de las funciones (apagar y encender la luz o controlar un proyector desde una Tablet) no solo ahorra tiempos y favorece la producción, sino que también colabora a crear una atractiva identidad corporativa. 

Para terminar, este tipo de tecnología, comercializada por empresas como GESAB, tiene un último objetivo: velar por la salud mental y física del trabajador, optando por diseños ergonómicos e integrando programas que corrijan la postura o propongan ejercicios relajantes.