Están por todas partes. nos ponen música, responden a nuestras preguntas, nos dicen cómo llegar a donde queremos ir. Hoy en día los hay de todo tipo. Pero, ¿cuánto sabes sobre robots?

Hoy, en nuestro cuestionario telescópico de los viernes, nuestra compañera Rocío Ruiz ha preparado uno en el que tendrás que demostrar cuánto sabes sobre robots y sobre automatización. Ya te advertimos que esta semana es difícil acertar, pero ¡a lo mejor nos sorprendes! Ya sabes que puedes contarnos qué tal te ha ido en nuestras redes sociales.

En nuestro cuestionario telescópico de esta semana tienes que demostrar cuánto sabes sobre robots

 

La gran mayoría no tienen forma humana y muchos se dedican a fabricar todo tipo de productos

¿Cuánto sabes sobre robots?

Lo primero que tenemos que explicar es que hoy en día una máquina como estas no tiene por qué parecerse en nada a Sonny, la única máquina supuestamente capaz de atentar contra las tres leyes de la robótica. Es decir, la gran mayoría no son antropomórifcos [no tienen forma humana]. De hecho, solo una minoría que podríamos considerar anecdótica lo son.

Hoy este tipo de máquinas son más como Siri, Alexa o Google: realizan una tarea por sí mismas o como respuesta a una petición de un ser humano o de otra máquina.

También están muy extendidos en el mundo de las fábricas: brazos articulados que ensamblan piezas de coche u otros más prosaicos que hacen salchichas. Pero, como grandes frikis tecnológicos y de la ciencia ficción que somos en la redacción telescópica, nos gusta más pensar en los clásicos del género.  

 Nuestro favorito de Hollywood es Roy Batty, el Nexus-6 de Blade Runner

Máquinas famosas

No lo podemos evitar y seguro que tú tampoco. Cuando hablamos de este tipo de máquinas nos vienen a la cabeza los más famosos de Hollywood. Nuestras favoritos, aparte del ya mencionado Sonny [si no has visto o leído I, Robot, ya tienes plan para este fin de semana], no podemos resistirnos a Roy Batty, el Nexus-6 de combate de Balde Runner [la película original, interpretado por Rutger Hauer]. No nos cabe la menor duda de que has escuchado su famoso parlamento del final de la historia, el que termina con “todos esos recuerdos se perderán, como lágrimas en la lluvia”. Que, por cierto, fue improvisado por el actor.

No podemos olvidar toda la fauna robótica del universo Star Wars, obviamente. Aquí cada quien tiene su favorito: R2D2 sigue ganándose las simpatías de las generaciones más maduras, mientras que las más jóvenes se decantan por BB-8. El propio C3PO tiene su propia legión de fans [es un cosplay presente en cualquier convención que se precie].

El término viene del checo Robota, que significa trabajos forzados

Datos curiosos sobre los robots

Pero en El Telescopio estamos para aprender, así que, aquí van algunos datos curiosos que puedes soltar en cualquier conversación para quedar de influencer total.

En primer lugar, por qué se llaman robots. El término viene del checo Robota, que significa trabajos forzados o trabajo duro. Es decir, que ya en el nombre se puede comprobar para qué fueron concebidos: para realizar las labores que los seres humanos no quieren o no pueden hacer.

George Devol está considerado el padre de estas máquinas. El inventor estadounidense creó en 1954 a Unimate, considerado el primero de ellos programable digitalmente.

Otro de los padres de la robótica es el mismísimo Isaac Asimov, el autor del relato I, Robot que hemos mencionado antes. Sobre todo por su gran contribución de las [también citadas antes] tres leyes de la robótica.

¿Sabes cuáles son? La primera es que un robot no puede provocar daños a un ser humano o, por inacción, permitir que se produzca ese daño. La segunda es que un robot debe seguir las órdenes dadas por un ser humano, excepto cuando esas órdenes entren en conflicto con la primera ley. La tercera dice que un robot debe proteger su propia existencia en tanto que esa protección no entre en conflicto con la primera o segunda leyes.

Eso sí, no a todo el mundo le gustan. De hecho, existe una enfermedad, la robofobia, que es un trastorno de ansiedad provocado por un miedo irracional a estas máquinas.