La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha sido clara y no ha dudado en confirmar que están investigando "con detalle" los contratos de Google con empresas fabricantes de teléfonos y operadores que usan Android. Su objetivo: comprobar si se están convirtiendo en un monopolio. Por ello, parece más que confirmado que, este miércoles, Bruselas presentará una denuncia contra la empresa.

"Estamos mirando de cerca los contratos de Google con los fabricantes de teléfonos y operadores que utilizan el sistema operativo Android", aseguró este lunes Vestager en un discurso pronunciado en Amsterdam. Este martes todo parece apuntar a que Bruselas abrirá, por segunda vez, una nueva ofensiva contra Google. De hecho, según publica Financial Times, la Comisión presentará este miércoles una relación de cargos para denunciar al gigante estadounidense por monopolio. A Bruselas no le gusta que Google este obligando a otras marcas a usar su sistema operativo y que sus móviles vengan con aplicaciones propias ya instaladas.

Un monopolio que frena las alternativas

La comisaria europea señaló que este análisis es necesario para asegurarse de que "las grandes empresas no tratan de protegerse a sí mismas de un modo que frena la innovación".

La Comisión tiene abierta una investigación en profundidad sobre Android, el sistema operativo que usan los móviles de Google, para determinar si el gigante estadounidense ha impulsado acuerdos "anticompetitivos" con fabricantes de móviles y tabletas para instalar exclusivamente en ellos Android.

La preocupación de Bruselas es que estos hayan impedido el desarrollo de versiones competidoras de ese sistema y que Google haya vinculado obligatoriamente algunas de sus aplicaciones y servicios, perjudicando así a otros servicios alternativos.

Vestager señaló que cuando un cliente compra un teléfono inteligente, espera que esté preparado para ser utilizado inmediatamente y esté por tanto equipado por el fabricante o el operador de red con las aplicaciones básicas. "Y esto da a los innovadores una gran oportunidad para exponer una nueva aplicación a la atención del público", aseguró Vestager.
"Nuestra preocupación es que, al exigir a los fabricantes de teléfonos y operadores que carguen de antemano un conjunto de aplicaciones de Google en lugar de dejarlos decidir por sí mismos qué aplicaciones cargar, Google podría haber cortado una de las principales vías por las que las nuevas aplicaciones pueden llegar a los clientes", añadió.