El mes pasado, te contábamos que la guerra de las inteligencias artificiales ha estallado y cómo las distintas compañías que compiten por llevarse el gato al agua están evolucionando sus soluciones para llegar a más público.

Hoy, te traemos el resultado de esta competitividad: 5 cosas que puedes hacer con Bard, la inteligencia artificial [IA] de Google, con la que Alphabet quiere ganarle la partida a Chat GPT y que es una de las que están mejorando a mayor velocidad.

Google no deja de anunciar las constantes mejoras de Bard

5 cosas que puedes hacer con Bard

Google no deja de anunciar las constantes mejoras que está experimentando su solución. Así que, hemos recopilado algunas de las más útiles y te las traemos aquí, para que compruebes si Bard te puede ayudar en tu labor diaria.

1.- Aprende algo nuevo

Puedes pedirle que te dé información sobre cualquier tema que te interese. Por ejemplo, en la redacción telescópica le hemos preguntado cómo podemos aprender sobre la IA y la respuesta ha sido bastante completa.

No solo nos ha explicado qué es y qué tipos hay, sino que nos ha recomendado algunos cursos online y webs en las que ampliar la información. Nada mal para tener unas primeras nociones.

Bard puede crear un correo electrónico, a partir de tus notas a mano

2.- Analiza imágenes y crea contenido relacionado

Otra de las cosas que puede hacer Bard es crear contenido a partir de una imagen. Por ejemplo, imagina que has estado en una reunión y has tomado notas a mano. Le puedes pedir que cree un correo electrónico con ellas. También puede generar pies de foto o explicaciones de ellas.

3.- Escribe

Bard puede ayudarte a escribir contenido como correos electrónicos, cartas de presentación, blogs y planes de negocios. Comienza con un simple mensaje, como "Escribe una carta de presentación para un puesto de director de redes sociales", y te proporcionará tres borradores distintos para que elijas.

También puedes cambiar el tono y el estilo [sencillo, largo, corto, profesional o informal] y después exportarlo directamente a Gmail o Google Docs.

Para ponerlo a prueba, le hemos pedido que escriba un cuento para dormir a los niños. La verdad es que no está mal… pero tampoco está bien. Al final de este reportaje puedes leerlo tal cual [aunque nos hubiera gustado hacerle algunas correcciones].

4.- Compara opciones

Crea comparaciones para una amplia gama de temas, con información relevante para ayudarte a entenderlos mejor y encontrar las mejores opciones para ti.

Le hemos consultado qué deporte deberíamos hacer para ponernos en forma después del verano y nos ha recomendado andar, correr, nadar, ir en bicicleta o el fútbol. E, incluso, se permite frases y recomendaciones de coach: “No importa qué deporte elijas, es importante que comiences lentamente y aumentes gradualmente la intensidad y la duración de tus entrenamientos. También es importante escuchar a tu cuerpo y descansar cuando lo necesites. Si eres nuevo en el deporte, es importante consultar con un médico antes de comenzar”, nos ha dicho.

5.- Inicia un proyecto

Le hemos pedido que nos haga un plan de entrenamiento para una carrera de 10 kilómetros. La verdad es que es bastante optimista, porque cree que en solo 6 semanas estaremos en condiciones de hacerlo [spolier alert: no va a ser así].

Pero, con su mejor voluntad, no solo ha creado el plan, sino que también nos ha hecho recomendaciones sobre otros deportes que podemos utilizar para conseguir nuestro objetivo, como natación o ciclismo.

El cuento de Bard

Y, como lo prometido es deuda, aquí tienes el cuento, tal y como lo ha escrito Bard. Ya nos contarás si lo usas y si de verdad se duermen tus hijos al contárselo…

Había una vez una niña llamada María que era muy curiosa. Un día, decidió explorar el bosque detrás de su casa. Caminó y caminó, hasta que llegó a un claro. En el medio del claro había un árbol grande. María nunca había visto un árbol tan grande. Se acercó y se tocó la corteza. Era suave y cálida. María cerró los ojos y respiró el aroma del árbol. Era un olor dulce y terroso

María abrió los ojos y miró hacia arriba. El árbol era tan alto que no podía ver la cima. Se preguntó cuánto tiempo llevaba creciendo el árbol. Se preguntó cuántos pájaros habían anidado en sus ramas. Se preguntó cuántas personas habían venido al claro para sentarse a su sombra.

María se sentó debajo del árbol y se quedó dormida. Soñó que era una pájaro que volaba por el cielo. Voló sobre el bosque, sobre las montañas, sobre el mar. Voló hasta el fin del mundo.

Cuando María se despertó, se sentía feliz y contenta. Se dio cuenta de que había aprendido mucho sobre el árbol. Había aprendido que era viejo, fuerte y sabio. Había aprendido que era un hogar para muchos pájaros y animales. Había aprendido que era un símbolo de esperanza y renovación.

María se levantó y se despidió del árbol. Prometía volver a visitarlo pronto. Caminó de regreso a su casa, sintiendo la paz y la alegría que el árbol le había dado.