Lo sabemos: tienes una idea para emprender con la que crees que podrías triunfar, pero no sabes cómo ponerla en marcha. O estás hasta el gorro de aguantar a jefes que no saben cómo gestionar un equipo.
El verano es perfecto para ultimar los detalles y emprender tras las vacaciones
Sea cual sea el motivo por el que te estás planteando emprender, en El Telescopio nos encanta poder ayudarte a poner en marcha ese proyecto. Y, por supuesto, el verano es la época perfecta para ultimar los detalles y ponerte en marcha después de las vacaciones.
Por eso, me he dedicado a extraer y recopilar los aprendizajes de los emprendedores que han pasado por El Telescopio en lo que va de año. Para que puedas aplicarlos a tu propia aventura y tener más probabilidades de acertar.
Solucionar un problema propio es una de las principales razones para emprender
Que te sirva a ti
Una de las cosas que hemos aprendido es que, si te sirve a ti, probablemente le sirva a mucha gente. Solucionar un problema propio es una de las principales razones para emprender.
Así me lo contaba Emma Garatea, fundadora y CEO de Cocoon, un silla para llevar a los niños en la bici: “Nace de un problema cotidiano mío. Yo iba en bicicleta a todas partes. Y, para mí, eso era libertad y una conexión total con el ambiente. Esto cambió cuando me convertí en madre y, de repente, me preocupaba mucho caerme”.
Valentina Wyman, jefa de Desarrollo de negocios de la empresa chilena OTEC Circular Pro y cocreadora del proyecto Train the Trainers también partió de la situación que tenía su propio padre. Muchos profesionales jóvenes le pedían consejo cuando ya estaba jubilado y ella le decía: “Cobra papá, cobra”.
También le pasó a Antonio González-Adalid, CEO de COTI, una startup que busca facilitar la manera en que las personas mayores se relacionan con el mundo digital. En su caso, el emprendimiento nace del deseo de ayudar. Durante la pandemia, ve cómo su vecina Encarna, a la que estaba haciendo terapia hasta ese momento, se aísla cada vez más, ante la imposibilidad de que la visiten su familia y él mismo.
Proyectos con impacto
Pero no se trata solo de que te sirva a ti. Está claro que cuando un proyecto de emprendimiento tiene un impacto en la sociedad, tiene más probabilidades de éxito.
Cuando hablaba con Garatea de las dificultades que ha tenido que superar me decía: “Me encanta eso. Porque es mucho más interesante poner en el mercado un dispositivo que, de alguna manera, ayude a la Humanidad”.
En su caso, además, está muy ligado al medio ambiente: “No quería un producto que se use y se tire a la basura, como sucede con los de los coches. Por eso, lo he enfocado mucho a que sea reparable. Tiene módulos que se cambian y cuenta con un sistema de economía circular”.
González-Adalid también cree que ese impacto es fundamental: “Poder crear algo que realmente ayude a la gente y que la gente lo pague y cree conciencia e impacto social, es el reto de las personas que realmente estamos queriendo cambiar sistémicamente nuestra sociedad, hacia algo más consciente, comunitario y más social”.
Rodéate de los mejores
Emprender en solitario no solo es difícil, también te puede generar una tensión y unos niveles de estrés que son perjudiciales para tu salud y para el proyecto. Casi todos los emprendedores me han recomendado lo mismo: rodearte del mejor equipo.
“Decidí que tenía que encontrar los mejores ingenieros y los mejores expertos”, me explicaba Garatea. Pero González-Adalid cree que también hay que confiar en uno mismo: “Si tienes ganas, no hace falta ser Einstein. Te paras, con paciencia, te lo estudias, te haces un poquito de colchoncito y lo haces”.
Mujeres: difícil, pero no imposible
La fundadora de Cocoon también me habló de las dificultades que tienen las mujeres para emprender: “Si vemos la estadística, no solo es más difícil conseguir financiación, sino que también se nos suele evaluar mucho más bajo”.
Una diferencia que se extiende a todo el proceso de emprendimiento. Desde la inversión: “Es una pena, pero muchos inversores son hombres”; hasta las creencias :”El sistema crea una manera de verlo, como estas ideas de que los hombres son más técnicos que las mujeres, que no es verdad”.
Sin embargo, Wyman no cree que el hecho de ser mujer haya tenido un impacto negativo: “Llevo muchos años trabajando en la industria minera. Quizás antes chocaba más ser mujer en una industria muy masculinizada, pero lleva varios años evolucionando y en el área de gestión somos más. También estudié ingeniería, llevo mucho tiempo tratando con muchos hombres”, me decía entre risas.