Ya está bien de andar por ahí de cualquier manera, sin ser consciente del impacto de tus viajes en el medioambiente. Esta Semana Santa, conviértete en turista sostenible con estos consejos que hemos recopilado para ti.  

Tampoco se trata de que te conviertas en Greta Thunberg y vayas por la vida en barco de vela [aunque, por supuesto, para El Telescopio el avión no es una opción y siempre buscamos destinos a los que se pueda llegar de forma más o menos sostenible], pero sí que puedes poner en práctica algunas sencillas rutinas, que ayuden al planeta. Vamos allá.

En un mismo trayecto, emitirás la décima parte de CO2 que en avión

Siempre que puedas, viaja en tren

Y ya que hemos empezado hablando de medios de transporte, el primer paso en tu viaje tiene que ser elegir uno que sea lo más sostenible posible. Y, lo más probable [salvo que tengas un barco como el de Greta] es que sea el tren.

En un mismo trayecto, emitirás la décima parte de CO2 que en avión y unas seis veces menos que si lo haces en un coche que no sea eléctrico o híbrido. Aun así, siempre es mejor opción que las cuatro ruedas.

Si, por lo que sea, no puedes evitar volar, revisa qué compañías compensan sus emisiones con algún tipo de programa sostenible, como plantar árboles.

Por ejemplo, Iberia tiene un objetivo de cero emisiones netas en 2050, que tampoco es que sea el colmo de la ambición, pero algo es algo. También utilizan combustibles sostenibles, que reducen las emisiones en un 80%. Eso sí, tampoco es la locura, porque su objetivo para 2030 es utilizarlos en el 10% de sus vuelos. Que, si le das la vuelta al razonamiento, la conclusión es que en el 90% de sus vuelos utilizarán combustibles que consumen 4 veces más de lo que deberían. Eso ya, tú lo miras desde el lado que te convenga.

Ten en cuenta el impacto económico, social y medioambiental de tus viajes

Respetar el entorno

La naturaleza es maravillosa, pero si al marcharte la vas a dejar llena de residuos, plásticos, colillas y demás, mejor que veas Google Earth y no contamines mucho.

Pero respetar el entorno va mucho más allá. Como señala BBVA, el impacto de nuestros viajes es triple. En primer lugar, en el plano económico. Que puede ser positivo, porque crea empleo y mejora las infraestructuras y la producción local. Pero también puede ser negativo: el turismo estacional genera inestabilidad en el empleo y la creación de esas nuevas infraestructuras puede poner por delante a los visitantes, en lugar de atender a las necesidades de la población local.

Por supuesto, el impacto ambiental es quizá el más obvio. Desde la contaminación, hasta -una vez más- la construcción de infraestructuras, puede acabar con el ecosistema más equilibrado. Así que, respeta el medioambiente.

También hay un impacto en la sociedad local. Por eso, es preciso respetar la cultura local por encima de tus necesidades o intereses como turista.  

Elige un alojamiento que sea sostenible

En tu destino

Una vez que estés en tu lugar de destino, elige un alojamiento que sea sostenible. Y eso incluye desde cómo está construido [materiales reciclados, arquitectura bioclimática, productos de limpieza biodegradables, gestión y reducción de residuos, etc.], hasta cuáles son las condiciones laborales de sus trabajadores o su impacto en la economía local [las zonas más turísticas suelen tener los precios más elevados].

Y pon algo de tu parte: haz un uso responsable de los recursos [sobre todo, el agua] y reduce tu consumo energético en la medida de lo posible.  

Apuesta por los establecimientos locales, frente a las cadenas de franquicias

Consumo y cultura en Semana Santa

Según dónde vayas, los productos que consumas pueden ser más o menos responsables. Pero recuerda que tú lo puedes ser siempre. Procura no abusar de los envases de plástico; y, si no te queda más remedio que utilizarlos, después deposítalos en un punto de reciclaje.

Mejor que las grandes cadenas de franquicias, te recomendamos que apuestes por los establecimientos locales, que generan una mayor riqueza en la comunidad.