Cada vez son más voces las que se alzan para exigir que se produzcan cambios significativos en cuanto al impacto del ser humano en el clima. Esta semana le toca el turno a Naciones Unidas, que ha publicado su informe United in Science o “Unidos en la Ciencia”, en el que se detalla el estado actual del clima y de las tendencias en las emisiones y concentraciones atmosféricas de los principales gases de efecto invernadero. 

El equipo de científicos que ha llevado a cabo la investigación señala que "para alcanzar los acuerdos de París, son esenciales políticas más exigentes y diversas para una rápida descarbonización". El objetivo es mantener el calentamiento global por debajo del límite de los 1,5 grados centígrados. Para lograrlo, es preciso "reducir a la mitad las emisiones globales cada década desde 2020 en adelante". Esa meta "exige transformaciones fundamentales en todos los sistemas sociotécnicos, comenzando con los sectores de la energía y la alimentación". 

Para alcanzar los acuerdos de París, son esenciales políticas más exigentes y diversas para una rápida descarbonización

Reformas
En sus conclusiones, promueven dos tipos de reformas. Por un lado, las fiscales y de sistemas de intercambio de emisiones "pueden ser elementos para la necesaria transformación hacia un precio único y multisectorial del carbono, junto a una desaparición progresiva de los subsidios a los combustibles fósiles". Pero, para llevar a cabo estas medidas, "se debe tener en cuenta el equilibrio social y beneficiar a los hogares de rentas más bajas". Además de esas modificaciones en la política impositiva, el informe propone otras específicas: "Nuevos estándares y prácticas, incentivos y moratorias en los sectores de tráfico, construcción y energía, que pueden (...) dirigir el desarrollo hacia un camino sostenible".  

Naciones Unidas pide que se reduzcan las emisiones de CO2

 

En el informe también se recogen los principales aspectos del clima en los últimos cinco años. "La temperatura global media entre 2015 y 2019 está en camino de ser la más cálida registrada en cualquier período equivalente. En la actualidad se estima que está 1,1 grados centígrados (± 0,1 °C) por encima de la de la época pre-industrial (1850–1900) y 0,2 grados centígrados (± 0,08 °C) más cálida que la temperatura global media entre 2011 y 2015". 

La temperatura global media entre 2015 y 2019 está en camino de ser la más cálida registrada

Ese cambio en la temperatura tiene una primera consecuencia trágica: la pérdida de vidas humanas. "Según los datos y análisis de la Organización Mundial de la Salud [WHO], se estima que entre 2000 y 2016 el número de personas expuestas a olas de calor se ha incrementado en unos 125 millones. La duración media de cada ola de calor fue 0,37 días más larga, en comparación con el período entre 1986 y 2008, lo que contribuye a un incremento del riesgo de enfermedades o muertes relacionadas con el calor". A esto hay que sumar la carestía de alimentos generada también por la existencia de climas cada vez más extremos. 

Y, por supuesto, el impacto es mayor en los países menos desarrollados. "El Fondo Monetario Internacional ha descubierto que en los países en vías de desarrollo con una renta media o baja y con una temperatura anual media de 25 grados centígrados, el incremento de un grado en la temperatura tiene como efecto una caída en el crecimiento del 1,2 por ciento. Los países cuyas economías van a sufrir un impacto mayor por el incremento de las temperaturas -según las previsiones- suponían solo el 20 por ciento del Producto Interior Bruto global en 2016. Pero son el hogar de casi el 60 por ciento de la población mundial y se espera que a finales de siglo superen el 75 por ciento".