Aunque su denominación oficial es “día internacional de los niños”, nos vas a permitir que añadamos “y las niñas”, para llamar la atención sobre los problemas de estas últimas que, por desgracia, son mayores que los de los primeros, que también son demasiados.  

Como señala Mónica Batán, cofundadora de la ONG Wanawake Mujer, “los niños y las niñas tiene más del doble de probabilidades que los adultos de vivir en situación de pobreza extrema (según informes del Banco Mundial y Unicef)”. Una situación que vulnera “sus derechos más básicos” y provoca “consecuencias drásticas para su desarrollo tanto físico, como psicológico y social”.  

Una niña en su primer día con una tableta para estudiar en Tamantay, un pueblo de Kassala State, Sudan. Foto: UNICEF

Una niña en su primer día con una tableta para estudiar en Tamantay, un pueblo de Kassala State, Sudan. Foto: UNICEF

Las niñas sufren más las consecuencias por el tipo de violencia de la que son víctimas 

Las niñas, más vulnerables 

En el caso de las niñas, estas “sufren si cabe más esas consecuencias por causa del tipo de violencia de la que son víctimas, incluida aquella que es más radical”. Cada año tres millones sufren mutilación genital en edades cada vez más tempranas y doce millones son obligadas a casarse por la fuerza.  

Por su parte, Ignacio Baño, director de Mundo Cooperante, también relata la cruda realidad, en especial en este 2020: “La pandemia del Coronavirus ha puesto de manifiesto, una vez más, que cuando se produce una situación de crisis social o medioambiental, las primeras en sufrirla son las niñas”.  

En muchos casos, son consideradas casi como mera mercancía: “Ellas son la moneda de cambio que utilizan las familias más pobres para superar en lo posible su situación de pobreza. Son entregadas en matrimonio a hombres que pueden tener 20, 30, 40 años más que ellas a cambio de una compensación económica. En ocasiones son incluso forzadas a casarse con su violador, que previamente la ha dejado embarazada, para evitar la vergüenza y el estigma social que supone en muchos países ser una madre soltera”, añade Baño. 

Hamsatou Bolly fue atacada por hombres armados con solo doce años. Foto: UNICEF

Hamsatou Bolly fue atacada por hombres armados con solo doce años. Foto: UNICEF

Este año ha cambiado la vida de toda una generación 

Este año, peor 

“Este año ha cambiado la vida de toda una generación”, asegura la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. Aun así, no pierde la esperanza y apunta a “los progresos que estamos consiguiendo para responder a la COVID-19".  

Según Fore, es posible “reimaginar sistemas más resistentes para el futuro. Desde el aprendizaje a distancia a través de la tecnología, pasando por la creación de sistemas más sólidos de salud, nutrición y agua y saneamiento basados en la comunidad, hasta el suministro equitativo de una eventual vacuna contra la COVID-19 a través del servicio COVAX, tenemos muchas razones para mirar hacia 2021 con un renovado sentimiento de optimismo”.  

La crisis socieconómica golpea especialmente a los más vulnerables 

Celebración agridulce 

Una mirada positiva al futuro de una situación que no es muy halagüeña. “Celebramos el Día Mundial de los Niños con una sensación agridulce, ya que 2020 está siendo muy complicado también para la infancia. A la crisis de salud a nivel mundial se une una crisis socieconómica que golpea especialmente a los más vulnerables”, afirma Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España. “Hoy más que nunca, recordamos que la respuesta a la pandemia no puede dejar atrás a ningún niño, niña o adolescente del mundo, esté donde esté”. 

Desde Naciones Unidas inciden en la necesidad de prestar especial atención a su situación, porque todos tienen “derecho a la salud, la educación, la protección. Además, las sociedades deben participar en ampliar las oportunidades de desarrollo durante la vida de los niños. Aun así, a millones de ellos en todo el mundo se les niega o limita el acceso a este tipo de oportunidades por el país, el sexo o las circunstancias en las que han nacido”. 

Uno de cada cinco menores vive con menos de 1,90 dólares al día 

Pobreza desproporcionada 

La pobreza afecta a la población infantil “de manera desproporcionada”. Según la ONU, en todo el mundo, uno de cada cinco menores vive “en un contexto extremo de carencias y sobrevive con menos de 1,90 dólares estadounidenses al día. Sus familias no pueden pagar la atención sanitaria que necesitan o la nutrición que precisan para su correcto desarrollo. Privaciones que dejan una huella duradera; en 2019, casi 149 millones de menores de cinco años sufrieron retraso en el crecimiento”.  

En España y el resto del mundo occidental, la escolarización infantil total es una realidad. Pero no es así en muchas otras zonas del planeta. Más de 175 millones de menores no están matriculados en educación preescolar: “Perderse esta etapa educativa fundamental para su desarrollo tiene un impacto enorme y cementa las profundas desigualdades a las que se enfrentan desde el comienzo de sus vidas”. Según un informe de la UNESCO de 2017, seis de cada diez abandonan la escuela primaria sin alcanzar niveles mínimos de lectura y matemáticas.  

Cerca de 250 millones de niños viven hoy en países o zonas afectadas por conflictos armados 

Conflictos armados 

La población infantil es la que más sufre los problemas generados por sus mayores. En especial, las guerras. Las cifras ponen los pelos de punta. Cerca de 250 millones de niños viven hoy en países o zonas afectadas por conflictos armados. Según UNICEF, en diez años de guerra en Siria, más de 7.000 han muerto o han sido mutilados. En Afganistán, solo en la primera mitad de 2019, casi un tercio del total de víctimas civiles eran niños y niñas, 327 fallecimientos y 880 heridos en total. 

Como afirma categórico Baño, “las niñas y los niños no pueden esperar. Protegerles es mucho más que un deber jurídico. Es una obligación moral”. Batán corrobora sus palabras: “La infancia tiene derecho a una vida saludable, a una educación de calidad y a estar protegidos contra todo tipo de abuso y violencia.  

Henrietta Fore , por su parte, señala: “En este Día Mundial de los Niños, hacemos un llamamiento a la comunidad mundial para que nos ayude a mantener viva esta esperanza al lado de los niños y los jóvenes en esta hora de necesidad”.