En 2017, las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) aumentaron en España un 4,4%, respecto a 2016, hasta situarse en 340 millones de toneladas, lo que representa el mayor aumento interanual desde 2002. Unas cifras que demuestran que nuestro país se está alejando de sus objetivos en la lucha contra el cambio climático ya que, al igual que el resto de los países de la Unión Europea, España se ha comprometido a reducir sus emisiones de GEI un 20%, en 2030; y un 80%, en 2050, respecto a los niveles del año 1990 (327,5 millones de toneladas).

La Fundación Aquae, cuyo eje central de actuación se centra en la lucha contra el cambio climático, ha elaborado una infografía en la que muestra en qué sectores de actividad las emisiones de GEI se incrementaron considerablemente en nuestro país durante 2017: en el sector eléctrico representan el 21% de sus emisiones (han aumentado un 18,8% respecto a 2016); en el sector industrial representan el 19% (un 4,2% más); en el transporte terrestre representan el 26% (un 2,5% más); y en la agricultura representan el 10% de sus emisiones (un 2,9% más).

Infografía elaborada por Aquae sobre las emisiones de gases de efecto invernadero

¿Qué son los gases de efecto invernadero?

Los GEI son gases que forman parte de la atmósfera natural y antropogénica (emitidos por la actividad humana). El dióxido de carbono (CO2) supone el 81% de las emisiones totales de GEI, seguido del metano (CH4), que representa el 11%.

El CO2 es el principal responsable del efecto invernadero. Su concentración en la atmósfera se debe al uso de combustibles fósiles para procesos industriales y medios de transporte. Su emisión procede de todo tipo de procesos de combustión: petróleo, carbón, madera o bien por las erupciones volcánicas. Por su parte, el CH4 tiene su origen en las fermentaciones producidas por bacterias anaerobias especializadas que se encuentran en zonas pantanosas, cultivos como el arroz y en las emisiones desde el tracto intestinal del ganado. También se produce por los escapes de depósitos naturales y conducciones industriales.

El envío a la atmosfera de estos gases produce una elevación de la temperatura, similar a la que se da dentro de un invernadero, lo que provoca el calentamiento global de nuestro planeta.

¿Podemos reducir la emisión de CO2?

Según explica Mikel de Pablo, responsable de proyectos de Fundación Aquae, "para que España consiga reducir sus emisiones de GEI de cara a los próximos años necesita impulsar considerablemente las medidas de eficiencia energética y el nivel de penetración de las energías renovables".

En este contexto, plantar árboles también es una medida efectiva para paliar el cambio climático ya que estos actúan como "sumideros de carbono", es decir, retienen el CO2. En este marco, se encuentra el proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ de Fundación Aquae, que ya ha plantado más de 8.000 árboles en diferentes puntos de la geografía española. La última plantación ha tenido lugar este mes en Avilés, donde se han creado dos jardines botánicos formativos que eliminarán 19 toneladas de CO2 en los próximos 40 años.

Conducir cada semana 50 km menos o bajar el termostato dos grados en invierno contribuyen a reducir el CO2

"Todos podemos contribuir a reducir el CO2 con hábitos como usar menos nuestro coche privado (conducir 50 km menos cada semana reduce en 450 kg la emisión de CO2); aumentar nuestra eficiencia energética (ajustar el termostato 2 grados menos en invierno y 2 grados más en verano reduce la emisión de CO2 en 900 kg); consumir energía renovable; e incluso siguiendo una dieta con baja huella de carbono (los alimentos son responsables de, al menos, el 20% de los GEI) y consumiendo productos de proximidad y de temporada", concluye De Pablo.