Hoy es el Día Internacional de los Derechos del Niño. Que se dice pronto que haya que tener uno, cuando ellos deberían ser nuestra primera prioridad. Para aquellos que no lo sepan, Naciones Unidas considera "niño" a "toda aquella persona menor de 18 años". Es decir, todo el que es menor de edad a efectos legales. En El Telescopio, hemos optado por crear una adaptación libre, acorde con la realidad de nuestro país. Si quieren conocer la original [deberían hacerlo], hagan clic aquí. Y, sobre todo, compártanla con sus hijos, sobrinos y demás [la de UNICEF, no la nuestra]. 

La declaración de derechos del niño de UNICEF es mucho mejor que la nuestra. Foto: UNICEF

1.- Todos los niños tienen derecho a ser felices
Y conseguir que lo sean es obligación de todos los adultos. Ellos deben ser los primeros en los que hay que pensar a la hora de legislar, de crear productos dirigidos a ellos, de publicitar esos productos y de implementar medidas para garantizar que se encontrarán con un mundo y un medioambiente mejores cuando cumplan la mayoría de edad. 

2.- Ni discriminación, ni bullying
Ningún niño puede ser discriminado por su aspecto, su religión, su raza, su sexualidad, su manera de bailar en TikTok o cualquier otro motivo. Eso incluye la realización y difusión de memes con su imagen, el acoso en las redes sociales o que los excluyan de los grupos de whatsapp de la clase. 

3.- Vida en familia
Todos los niños tienen derecho a tener una familia que los cuide, que los ayude a desarrollarse como personas y que cuide de su salud y su bienestar. Los padres, educadores y legisladores deben garantizar que el entorno en el que crecen y los valores que se les inculcan son los idóneos para vivir en nuestra sociedad.  

4.- Una pieza de fruta al día, por lo menos
Todos los niños tienen derecho a querer comerse una pieza de fruta y una ración de verdura al día... y hacerlo. Es obligación de los padres, los legisladores y los consumidores en general exigir a los fabricantes y comercializadores de alimentos y cadenas de comida rápida que creen líneas de productos saludables y atractivos para la infancia sin incrementar su coste. Y evitar que tengan acceso a los anuncios de comidas y bebidas que dañan su salud. 

5.- Todos los niños, a clase
Todos los niños tienen derecho a acceder a la mejor educación posible, sin importar la capacidad económica de sus familias. El dinero no puede ser la barrera para el acceso a formación de más calidad. Y los gobiernos deben garantizar que esas situaciones no se producen, para evitar que se perpetúen las desigualdades.   

6.- Todos los niños, ciberseguros
Todos los niños tienen derecho a saber cómo usar las redes sociales e internet de forma segura. Los gobiernos y fuerzas de seguridad de los estados deben hacer de la seguridad de los niños, tanto online como offline su prioridad número uno. 

7.- Internet para todos
Todos los niños tienen derecho a acceder a internet con regularidad, como apoyo para sus estudios y para garantizar su derecho a estar informados y a relacionarse con personas de su edad o que compartan sus intereses. Los gobiernos y proveedores de servicio de internet [ISP] tienen la obligación de eliminar cualquier tipo de brecha digital, en especial entre el mundo rural y las ciudades. 

8.- Los mejores padres del mundo
Todos los niños tienen derecho a que sus padres sean los mejores del mundo. Y, a que sus progenitores reciban -si la necesitan- formación para aprender cómo conseguir que las vidas de los menores sean más felices, qué es bueno y qué es nocivo para ellos. 

9.- Nada de malos tratos, ni abusos, ni violencia
Ningún niño debe ser víctima de malos tratos ni abusos ni violencia, por parte de nadie. Eso incluye a familiares, profesores, compañeros de colegio y cualquier persona de su entorno. Los gobiernos deben realizar el máximo esfuerzo por prevenir estas situaciones, ser inflexibles con quienes las perpetren y ofrecer una solución que garantice la estabilidad física y emocional de los niños que las sufran. 

10.- Un mundo para todos los niños
Todos los niños tienen derecho a sentirse integrados en el lugar en el que viven, a ser ciudadanos de su país de residencia, procedan de donde procedan. Ningún niño puede ser considerado "refugiado", salvo a efectos de incrementar sus derechos o su acceso a ayudas especiales. Porque ningún niño es culpable de las guerras ni de los desastres provocados por el cambio climático que generan los movimientos migratorios. 

11.- Un entorno para todos los niños
Los niños con capacidades diferentes o necesidades especiales tienen el derecho a ser felices como los demás, a vivir en el entorno óptimo, sin barreras físicas, psicológicas o legales para que su desarrollo sea igual que el de cualquier otro. 

12.- Descanso y tiempo en familia
Todos los niños tienen derecho a descansar y a disfrutar de tiempo con sus padres, hermanos, familiares y amigos. Y, si sus padres viven en otros países o ciudades, los gobiernos deben asegurarse de que puedan pasar con ellos el máximo tiempo posible. 

*En este contexto, cuando nos referimos a padres se incluyen los tutores legales.