Hoy, 18 de septiembre, se celebra en todo el mundo el día internacional de la igualdad salarial, que promueven las Naciones Unidas. Como explica la institución, esta jornada “representa los esfuerzos constantes en conseguir la igualdad salarial por un trabajo de igual valor. Esta lucha se basa en el compromiso de las Naciones Unidas con los Derechos Humanos y contra todas las formas de discriminación, incluida la discriminación contra las mujeres y las niñas”.
La igualdad de retribución entre hombres y mujeres es un principio fundamental reconocido en el Tratado de Roma en 1957
A pesar de los esfuerzos realizados durante décadas [o siglos], la igualdad de retribución entre hombres y mujeres, un principio fundamental reconocido en el Tratado de Roma en 1957, sigue siendo una asignatura pendiente en el siglo XXI.
La brecha salarial entre hombres y mujeres, a nivel global, se sitúa en torno a un 20%
Brecha salarial
En 2025, la brecha salarial de género persiste como uno de los mayores desafíos sociales y económicos a nivel global. La ONU señala que, globalmente, "la brecha salarial entre hombres y mujeres se sitúa en torno a un 20%".
“La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas siguen estancados debido a la persistencia de desigualdades históricas y estructurales en las relaciones de poder entre mujeres y hombres. A su vez, las situaciones de pobreza acrecientan las desigualdades y desventajas en el acceso a recursos y oportunidades para las mujeres”, advierte la institución.
Cifras
Las cifras hablan por sí mismas. Según la ONU, cuando realizan un trabajo del mismo valor, las mujeres ganan 77 céntimos y los hombres perciben 1 euro. Y esta “brecha salarial es aún mayor para las mujeres con hijos”.
Además, “las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres en todo el mundo, con amplias disparidades a nivel regional”.
Una situación que afecta a muchas facetas de sus vidas. Por ejemplo, “se estima que solo el 28% de las mujeres empleadas en todo el mundo disfrutan de una baja de maternidad remunerada”.
Las diferencias se extienden hasta el final de sus vidas: “A nivel mundial, casi el 65% de las personas en edad de jubilación que no disponen de pensión son mujeres”.
Persistencia
La ONU explica que “la brecha salarial de género tiene su origen en desigualdades profundamente arraigadas. Las mujeres, sobre todo las migrantes, están sobrerrepresentadas en el sector informal, lo que las atrapa en entornos de trabajo mal retribuidos, inseguros y sin prestaciones sociales”.
Además, “realizan diariamente tres horas más de trabajo de cuidados que los hombres a escala mundial. Esto incluye tareas domésticas como cocinar, limpiar, recolectar leña y agua, así como cuidar de los niños pequeños y las personas mayores”.
España
En España, el pasado mes de febrero, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, explicaba que “según los últimos datos de la Encuesta de Estructura Salarial de 2022, en la década 2012-2022 la brecha salarial se ha reducido en 6,83 puntos, situándose en un 17,09%”. Una desigualdad que “sigue siendo inadmisible, ya que refleja la discriminación estructural que todavía sufren las mujeres en el ámbito laboral”.
Aun así, se han registrado avances en los últimos años, como la reducción de la temporalidad en sus contratos; la subida del Salario Mínimo Interprofesional, un 65,8% de cuyas beneficiarias son mujeres; y la representación paritaria y presencia equilibrada de mujeres y hombres, y “la implementación de la normativa específica para avanzar hacia la igualdad efectiva de mujeres y hombres en el mercado laboral y alcanzar la igualdad retributiva, están contribuyendo de manera significativa a la reducción de la desigualdad retributiva”.
Europa
La Unión Europea, por su parte, reconoce que “si bien se ha avanzado en materia de igualdad de género en las últimas décadas, en la Unión las mujeres siguen ganando, de media, un 12,7% menos que los hombres, y estos ocupan generalmente puestos de mayor rango que las mujeres”.
Por ejemplo, “las mujeres ocupan poco más de un tercio (35%) de los puestos directivos de la UE. El porcentaje de mujeres en puestos directivos no alcanza el 50% en ningún país de la UE, pero es superior al 40% en Letonia, Polonia, Suecia, Bulgaria y Finlandia. Chipre, Luxemburgo y Croacia presentan el menor porcentaje de mujeres en puestos directivos”.
Acción
La ONU afirma que “en un momento en que los mercados laborales se debilitan, las desigualdades se acentúan y el multilateralismo se enfrenta a retos cada vez mayores, nuestro mensaje de colaboración debe ser aún más contundente. La igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor es una cuestión fundamental en materia de derechos laborales y humanos, justicia social y resiliencia económica, así como una prioridad estratégica para crear empresas competitivas y sostenibles”.
Como medidas, la ONU considera que “el trabajo flexible es innegociable para alcanzar la igualdad de género” y que “es preciso dar prioridad a la igualdad de retribución por un trabajo de igual valor, vías de promoción profesional transparentes y tolerancia cero contra la discriminación y el acoso”.