Este es el último fin de semana de vacaciones para muchos españoles. Se acabó lo que se daba, vuelta al redil y al día de la marmota. Pero esa rutina no tiene por qué ser negativa: puede ser la base para mejorar nuestra salud y el mundo.  

La rutina no tiene por qué ser mala

Aquí te ofrecemos unas cuantas opciones para que hagas buenos propósitos y este nuevo curso te pongas las pilas de verdad. Ya sabemos que ahora mismo no apetece hacer nada, pero en un par de días le habrás cogido el tranquillo, prometido.  

Seis de cada diez jóvenes europeos entre 18 y 24 años no hacen ejercicio 

Más ejercicio 

Y, como según aquel dicho de nuestras abuelas “la caridad bien entendida empieza por una misma”, nuestra primera propuesta es la de siempre: hacer ejercicio. No por estar de mejor ver en el chiringuito el verano que viene, sino porque a tu edad [y da igual la que tengas] el sedentarismo es más peligroso que hacer bikram yoga en la sala de urgencias del Gregorio Marañón.  

Por cierto, aunque no lo parezca, el mayor drama está en los jóvenes europeos entre 18 y 24 años: seis de cada diez no hacen ejercicio, según una investigación publicada en la revista BMC Public Health. El estudio señala que en 2002 el porcentaje de adultos sedentarios durante más de cuatro horas y media al día era del 49,3%, pero en 2017 alcanzaba el 54,3%. 

Los jóvenes europeos no hacen ejercicio

Así que, ya sabes, menos Play, menos Netflix y menos redes sociales. Más aire libre y menos pantalla. "Pasar más de cuatro horas y media al día sentado aumenta el riesgo de padecer enfermedades como las cardiovasculares. Nuestra investigación indica que la prevalencia del comportamiento sedentario ha aumentado en toda Europa, lo que podría tener implicaciones significativas para la salud de todos los estados europeos", advierte Xián Mayo Mauriz, de la Universidad Rey Juan Carlos, autor principal del trabajo. 

Pasar más de cuatro horas y media al día sentado aumenta el riesgo de padecer enfermedades como las cardiovasculares 

Activismo 

Si no te convence lo de sudar, te proponemos otra opción: únete a una buena causa. Aquí en El Telescopio ya te hemos ofrecido unas cuantas propuestas de organizaciones con las que puedes pasar a la acción. Como nos decía esta misma semana Paloma González, responsable del Área Activismo de Amnistía Internacional. “Activista puede ser quien quiera. Lo que necesita es, sobre todo, querer cambiar las cosas”.  

También lo afirmaba María Ramírez, vocal de género en el comité ejecutivo federal de esa misma organización, que nos explicaba que el activismo “es una forma de luchar por los derechos de la gente, derechos básicos como que un niño menor no sea juzgado como un adulto o conseguir hitos como el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, que no se vendan armas de forma ilegal.... Temas que son básicos y muy relevantes”. En solo diez segundos puedes ayudar a cambiar esas situaciones. 

Si vas más por la vía del medioambiente, la semana pasada María José Caballero, directora adjunta de Programas de Greenpeace, nos animaba a realizar incluso pequeños gestos: “Aunque tú decidas que vas a ahorrar energía porque es bueno para tu bolsillo, estás siendo un activista. Es verdad que si esa acción individual tuya no se ve refrendada por mucha gente que demanda cambios en las leyes, es difícil que tenga un impacto real, se puede quedar en un acto individual, pero no hay que despreciar los actos individuales”. 

Activista puede ser quien quiera. Lo que necesita es querer cambiar las cosas 

ODS 

O, como los Angry Birds, conviértete en adalid de uno de los objetivos de desarrollo sostenible [ODS] de Naciones Unidas. Quien dice uno, dice los que quieras, tienes 17 para elegir. En la web de la organización dispones de todos los recursos necesarios para convertirte en la típica persona monotemática que no deja de dar la tabarra con lo suyo. Bueno, quizá sea mejor que hagas una presión moderada, pero implacable.  

Este mes, el leitmotiv es la producción y consumo responsables. Como explican en Naciones Unidas, “consisten en hacer más y mejor con menos. También se trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles. La pandemia de COVID-19 es una oportunidad para que los países desarrollen planes de recuperación que puedan revertir las tendencias actuales y cambien nuestros patrones actuales de consumo y producción para encaminarse así hacia un futuro más sostenible”.  

Si no te convence la idea, puedes enfocarte a la educación, acabar con el hambre en el mundo, la paz y la justicia o la vida marina, lo que prefieras. La oferta es de lo más completa y para todos los gustos y edades. 

No dirás que no te damos opciones para que este curso, de verdad, hagas algo que puedas contar con orgullo el próximo verano en el chiringuito.