Que la situación en el planeta no es sostenible a este ritmo ya nadie lo duda. Que es necesario tomar medidas tampoco. Ahora, que estemos dispuestos a hacerlo es otra cosa. Sobre todo si nos tocan la dieta. Como ahora propone Greenpeace. Reducir nuestra ingesta de carne para salvar el planeta. 

Menos es más

Es la campaña que acaba de lanzar la organización ecologista bajo el lema Less is more (Menos es más). Porque son conscientes de que pretender que dejemos de comer carne es una utopía, así que se conforman con que reduzcamos a la mitad la cantidad de proteínas animales que comemos. 

Los datos que aportan animan a hacerles caso. Estiman que en 2025, las emisiones producidas por todas las industrias relacionadas con la cría y explotación de ganado superarán a cualquier otra actividad humana. Que en la actualidad, el ganado es el responsable del 60% de las emisiones producidas por actividades relacionadas con la alimentación humana. Y que este sector está detrás del 80% de la deforestación. El dato más impresionante es que la huela ecológica de un plato basado en la carne es nada menos que 100 veces mayor que uno de verduras. 

Y la salud también

Greenpeace también se refiere a los beneficios para la salud que esta decisión puede tener. Para la organización, el consumo de grasas, junto con el del azúcar, está detrás de hasta 10 millones de muertes al año en todo el mundo. Además de un espectacular gasto sanitarios relacionado con patologías derivadas de la obesidad, problemas cardiacos y algunos tipos de cáncer. 

Un último factor que apunta la ecologista para reducir nuestra ingesta cárnica son las condiciones en las que se cría el ganado. Con una población en crecimiento galopante, las explotaciones intensivas comportan en muchas ocasiones situaciones de auténtico maltrato animal.