Las mujeres ganan menos dinero que los hombres. La denominada brecha salarial es una realidad que nadie cuestiona, porque los datos la demuestran. Pero, para entender la situación económica de las personas no basta con mirar solo los ingresos, también hay que tener en cuenta el patrimonio.

Así nos los explica Diederik Boertien, del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universitat Autònoma de Barcelona, que acaba de publicar una investigación en el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa” titulado “Los hombres, ¿viven en hogares con más patrimonio que las mujeres?”.

Las mujeres viven en hogares menos ricos que los hombres

Estudio novedoso

“Casi no se ha hecho hasta hoy. Nuestro objetivo era precisamente entender eso”, recuerda. Y añade: “La pregunta específica que queríamos contestar es si las mujeres viven en hogares menos ricos que los hombres”.

El enfoque se centró en las personas mayores, “porque para ellas el patrimonio es muy importante. Después de la jubilación, normalmente los ingresos bajan un poco”.

“Encontramos datos de la Encuesta financiera de familias del Banco de España, que recoge el valor de todos los bienes de una muestra de hogares”. Boertien explica que para su investigación considera el patrimonio financiero como el dinero que una persona tiene en su cuenta corriente y otros bienes como acciones. Si agregamos también el valor de la casa y otros bienes inmuebles se habla de patrimonio total.

Las personas solteras tienen menos patrimonio que las que están en pareja

Conclusiones

Su principal conclusión es que las mujeres mayores viven en casas con menos patrimonio que los hombres. “Hemos mirado el total de cada hogar, por eso no podemos saber si dentro de él, los hombres tienen acceso a más patrimonio que ellas”.

Entre las causas para esta situación, Boertien destaca dos factores demográficos: “Sabemos que las mujeres viven más que lo hombres y que, en promedio, son menores que sus parejas”. Esto hace que a edades avanzadas sean más propensas a vivir solas.

“Y esto es un factor clave”, señala, “porque las personas solteras tienen menos patrimonio que las que están en pareja. Incluso cuando se compensa tomando en cuenta que dos personas necesitan más que una”.

La falta de patrimonio en tiempos de inflación puede provocar una situación económica difícil para las mujeres mayores

En tiempos difíciles

“El patrimonio a edades avanzadas es importante para enfrentarse con cualquier gasto imprevisto”, detalla Boertien. “Con la inflación actual, si no suben tus ingresos vas a tener que recortar gastos o acceder a tu patrimonio. Si no lo tienes, entras en una situación económica difícil”.

Sus datos indican que el 31% de las mujeres de más de 65 años cuentan con menos de 2.000 euros de patrimonio financiero disponible, en comparación con el 25% de los hombres de ese segmento.

Por tanto, existe también una brecha de género con respecto a la riqueza en ese tramo de edad. De hecho, los hombres poseen en torno a 16.000 euros más de riqueza “equivalente” mediana que las mujeres.

La mitad de las mujeres ingresa menos de 14.000 euros al año

Sin colchón de ahorros

“Casi una de cada tres mujeres tiene un colchón muy pequeño o casi no lo tiene para enfrentar cualquier gasto imprevisto”, advierte. Y concreta que en ese grupo demográfico hay personas con distintos niveles de ingresos: “Las que tienen ingresos altos no están preocupadas, pero la mitad tiene menos de 14.000 euros al año”.

El investigador también explica que, para quienes cuentan con un piso en propiedad, “acceder a ese patrimonio, vender tu casa, a estas edades tiene otras consecuencias sociales graves”.

Por tanto, “nos encontramos con un grupo grande de mujeres que son muy vulnerables a cualquier cambio en el entorno. Y un ejemplo ahora es la inflación”.

 

Difícil solución

Boertien cree que es difícil hacer algo al respecto. “Si las causas son demográficas, ahí hay poco que podamos hacer”. Aunque confía en que, según vaya avanzando la igualdad de género, se produzcan algunas correcciones.

“Tenemos que pensar en cómo podemos dar respuesta a las consecuencias. Para generaciones futuras, hay que fortalecer la posición de las mujeres en el mercado laboral, para que cuenten con más ingresos cuando estén solas”.

Sin embargo, cree que como a esta situación se añaden “otras desigualdades de género, es poco probable que sea suficiente”.

Por eso, a la hora de hablar de pensiones, “hay que tener en cuenta que las mujeres viven más y tienen más posibilidades de vivir solas”. Desde su punto de vista, “si una opción es subir la edad de jubilación y otra es reducir el importe, una de esas medidas tiene más impacto que otra. Si bajamos la mensualidad, probablemente les afecte más a ellas. Es importante tenerlo en cuenta a la hora de hablar de fortalecer la situación económica de la gente mayor”.