Natalia Hernández es Manager Information Security en Securitas Direct. Algo así como el terror de los hackers. Es Ingeniera de Teleco y licenciada en ADE, además de máster en seguridad de la información. El suyo es un mundo muy diferente del que imaginamos y asegura que en él hay sitio de sobra para las mujeres.

Hoy, 11 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Que dicho así, puede no parecer importante. Pero lo es; y mucho. Naciones Unidas especifica:

"La brecha de género en los sectores de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM) persiste desde hace años en todo el mundo. A pesar de que la participación de las mujeres en las carreras de grado superior ha aumentado enormemente, están todavía insuficientemente representadas en estos campos.

La ciencia y la igualdad de género son vitales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluidos en la Agenda 2030. De acuerdo con un estudio realizado en 14 países, la probabilidad de que las estudiantes terminen una licenciatura, una maestría y un doctorado en alguna materia relacionada con la ciencia es del 18%, 8% y 2%, respectivamente, mientras que la probabilidad para los estudiantes masculinos es del 37%, 18% y 6%".

En ELPLURAL.COM somos conscientes de la importancia de situar a la mujer en el lugar que le corresponde por derecho propio en nuestra sociedad. Y, el primer paso para conseguirlo, es la educación. Por eso, hemos preparado este especial “Mujeres STEM”, en el que entrevistamos a cinco mujeres cuyas carreras profesionales se han desarrollado en ese ámbito: STEM es un acrónimo de Science, Technology, Engineering and Maths [Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas] que son, precisamente, las titulaciones en las que hay menor presencia femenina a pesar de su enorme impacto en la innovación y, en general, en el mundo actual.

El mercado laboral aquí en investigación está menos desarrollado, de hecho yo solo tengo una amiga que se esté dedicando a ella.

- Cuéntame cómo has llegado hasta aquí

De pequeña, lo de ponerme a estudiar delante de un libro, no se me daba mal, pero me aburría. Me gustaba más cuando me ponían un problema de matemáticas y tenía que ir tomando decisiones. Así que fui por ciencias. Pero cuando llegas a COU te dicen: tienes que elegir tu carrera. ¿Y ahora yo qué elijo? [risas]. No sabes si quieres ser física o ingeniera. Yo no tenía muy claro qué me iban a enseñar en una ingeniería, pero me gustaban mucho las antenas y entre Teleco y Aeronáutica, me quedé con la primera.

He ido eligiendo lo que me ha ido gustando. Siempre tienes dudas, porque cuando ves que todas tus amigas eligen Psicología o Medicina y tú no te ves ahí, piensas que eres la rara. pero al final te das cuenta de que son cosas tuyas.

- ¿Ha sido difícil?

Por suerte, todo el mundo me ha tratado normal. Es verdad que cuando entré a la carrera éramos muy poquitas chicas, yo creo que éramos veinte. El truco está en adaptarte.

Yo sí creo que somos distintas. No somos mejores ni peores. Pero nunca me han mirado raro, solo cuando ellas podían estudiar los fines de semana y yo tenía que estar todo el año haciendo prácticas.

- Dice Clara Grima que parece que hay muchas mujeres en Ciencias, pero porque están en Ciencias de la Salud

Yo acabé la carrera en 2007. Y entonces éramos cuatro. Teníamos que ser amigas por fuerza. Creo que eso ahora ha cambiado. Pero quizá sea que también hay más chicos y que en porcentaje no se nota tanto. Pero un poco más, sí hay hoy.

Las mujeres nos tenemos que dar más permiso a fallar, a ser “más buenas” con nosotras mismas

- Siempre tenemos la idea de que los ingenieros y los científicos preferís un laboratorio a una empresa

Es verdad. Pero mi padre falleció justo al terminar la carrera. Y para investigar tienes que salir de España. No era el momento de irme a Estados Unidos y dejar lejos a mi familia. El mercado laboral aquí en investigación está menos desarrollado, de hecho yo solo tengo una amiga que se esté dedicando a ella. A todos los ingenieros nos encantaría, pero es mucho más fácil encontrar trabajo en una empresa que dedicarte a desarrollar la siguiente antena del futuro. Eso se te queda ahí, la espinita.

- ¿Tenéis más trabas las mujeres?

He tenido suerte de que todas mis jefas han sido mujeres. Aquí la directora de Tecnología, Cristina Rivas, es una mujer. Así que, no lo he sentido. Pero también es verdad que somos nosotras mismas las que nos ponemos los límites.

Tenemos que dejarnos fluir un poco más y no querer ser las responsables de todo en la familia. Por ejemplo, yo voy a comer sábado y domingo a casa de mi madre. Y nadie en la sociedad me obliga. Las mujeres nos tenemos que dar más permiso a fallar, a ser “más buenas” con nosotras mismas.

La gente cree que cuando eres Teleco eres la típica que no sale, que está con su ordenador, encerrada con los cascos y no hablo con nadie. ¡Pero también somos normales!

- ¿Qué te aporta como mujer ser ingeniera?

Para mí, lo bueno de una ingeniería es poder hacer cosas distintas todos los días, estar evolucionando. Yo no podría estar en un puesto en el que me das un excel y me quedo quieta y relleno los mismos datos cada jornada. Al día siguiente me daría un cortocircuito.

Esa posibilidad de estar cada día en las cosas que son trending topic en todos los sitios, poder cambiar y tener que estar pensando en buscar caminos alternativos… Eso es lo que me llama la atención. No sé si en todas las carreras tecnológicas es lo mismo, pero yo he tenido la suerte de que sea así. Hoy haces un proyecto, mañana tienes otro. Eso sí, tienes que asumir que cada uno es nuevo y muchas veces no tienes ni idea por mucho que tengas una carrera.

A mí me gusta ese reto, cada cierto tiempo enfrentarte a cosas que no sabes cómo resolver y las piensas y las solucionas. Y las carreras técnicas te preparan para eso. Porque cuando estudias es: problema, busca la solución y dame el resultado. Te pasas seis años problema-solución-resultado y al final tu vida es así.

- El estereotipo de friki no ayuda a fomentar las carreras STEM

La gente cree que cuando eres Teleco eres la típica que no sale, que está con su ordenador, encerrada con los cascos y no hablo con nadie. ¡Pero también somos normales! [Risas]

Es general, también para los chicos. Si le preguntas a alguien por un hacker, seguro que piensa en Mr. Robot. Y nada más lejos. Un hacker no es una persona que está con una camiseta negra y ocho pantallas; puede ser alguien que solo lleva un móvil.

Esa imagen también hay veces que es lo que queremos vender. El mundo de la ciberseguridad es muy cerrado. Es un poco más difícil y ahí sí que tenemos que romper. Pero no solo entre mujeres y hombres, sino con la sociedad en general.

Sin embargo, siempre me han tratado bien y he tenido buenas experiencias en mi vida laboral. Al principio me preguntaba cómo puede una jefa tener tres niños. Y luego te das cuenta de que se puede.

- No tienes que renunciar a tu vida por tener una carrera STEM

Nada, en absoluto. No tienes que renunciar. Si yo tuviese ahora una hija a la que darle un consejo le diría que haga lo que le gusta, tampoco te vayas a una carrera técnica si odias sumar y multiplicar. Pero no te pongas límites a ti misma del tipo “si quiero estudiar una carrera técnica no voy a tener familia”. Yo he tenido modelos que lo han conseguido y han hecho siempre lo que más les gusta. Ese es el truco.

Creo que tu entorno te influye mucho. Mi madre nunca me puso límites. Lo único que quería era que hiciera algo que me gustara y me hiciera feliz.

No hay que ponerse límites a una misma, porque no los hay.