En 1996, un videojuego mostraba al mundo desde la ficción una realidad presente en universidades de todo el mundo: una mujer podía ser arqueóloga y no tener nada que envidiar al mismísimo Indiana Jones. Lara Croft se convirtió en un verdadero mito por muchos motivos, incluso antes de que saltara a la gran pantalla en 2001, protagonizada por Angelina Jolie.
Una mujer podía ser arqueóloga y no tener nada que envidiar al mismísimo Indiana Jones
El papel de las mujeres en la arqueología en el mundo real pocas veces ha sido resaltado. Por eso, “un equipo de 17 especialistas en diferentes ramas de la Arqueología y ciencias afines”, como se autodefinen, se han propuesto “rescatar del olvido a todas las arqueólogas pioneras para reescribir la historia de la Arqueología. Dotar a la narración de una diversidad de género no es tarea fácil pero se trata de una cuestión de justicia histórica que no se debe retrasar por más tiempo”.
Recuperando la memoria
Estas 14 mujeres, a las que se unen tres hombres, han creado ArqueólogAs. Un proyecto que, bajo el título genérico Recuperando la memoria: recorridos femeninos en la historia de la arqueología española (siglos XIX y XX), “tiene como objetivo principal analizar de una manera crítica el papel de la mujer en la Arqueología española desde la profesionalización de la disciplina en el siglo XIX hasta nuestros días”.
“Queremos hacer un esfuerzo por encontrarlas y sacarlas del silencio, reflexionar sobre por qué no las tenemos y cómo se pueden integrar dentro de las historias de la Arqueología", explica a EFE Margarita Díaz-Andreu de la Universidad de Barcelona, que dirige el proyecto.
Felipa Niño y Mas arriesgo su vida en 1936 para evitar gran parte de la incautación de monedas del MAN
Siete biografías
ArqueólogAs ya ha recuperado las historias de siete mujeres. Entre ellas, Encarnación Cabré Herreros, “la primera mujer en España en realizar trabajo de campo arqueológico de envergadura”. O Felipa Niño y Mas, quien “en 1936, arriesgando su vida, colabora con Felipe Mateu y Llopis para evitar gran parte de la incautación de monedas del MAN” (Museo Arqueológico Nacional).
Entre las pioneras, Olimpia Arozena Torres, que obtuvo el título en la Universitat de València, en la Facultad de Filosofía y Letras, Sección de Historia, en 1928, con Premio Extraordinario de Licenciatura. No solo impartió clases, sino que participó activamente en el Laboratorio de Arqueología de la universidad.
A María Luz Navarro, directora del Museo de Girona al inicio del franquismo una ley no le permitía seguir siendo funcionaria al contraer matrimonio
Cargos relevantes
O Concepción Fernández-Chicarro y de Dios, que fue la primera mujer directora del Museo de Sevilla. Compaginaba esta labor con la docencia en la universidad hispalense, donde enseñaba Arqueología Clásica, Epigrafía, Numismática, Museografía y Artes Suntuarias.
Otra mujer que ocupó cargos de gran relevancia es María de los Ángeles Querol, primera subdirectora General de Arqueología del Ministerio de Cultura y catedrática de Prehistoria.
Nunca oímos de ellas cuando éramos estudiantes universitarias
Tiempos difíciles
Todas ellas abrieron camino en épocas difíciles. María Luz Navarro, directora del Museo de Girona, por ejemplo, tuvo que abandonar durante años su profesión, porque al "inicio del franquismo, una ley que no le permitía seguir de funcionaria" al contraer matrimonio, según explica Díaz-Andreu a EFE.
"Cuando las entrevisté en los años noventa, algunas se consideraban muy pioneras y muy revolucionarias. Estar trabajando había sido para ellas un paso importantísimo", explica Díaz-Andreu. Pero eso no significa que su labor fuese reconocida: "Nunca oímos de ellas cuando éramos estudiantes universitarias”. Algo que, hoy en día, le lleva a preguntarse "qué mensaje están recibiendo las chicas jóvenes sobre el futuro de la Arqueología para ellas".
