Aunque parece que la tensión entre Estados Unidos y China se ha visto rebajado en las últimas jornadas a raíz de la tregua pactada durante la reciente cumbre de Osaka, los dos países no parecen haber pasado unas relaciones cómodas, a juzgar por el reciente conflicto comercial y a la amenaza de mayores aranceles y, por lo tanto, un aumento en el coste de la producción que afectaría al precio de venta de los productos.

Al parecer, la situación es tan incierta que puede cambiar de tono casi a diario, algo que las grandes compañías de productos electrónicos que operan en China están padeciendo. Las juntas directivas de entidades como HP y Dell están pensando en reubicar el 30% de la producción de sus portátiles fuera de China, y según informa Nikkei, por ejemplo, empresas como Microsoft, Google, Amazon, Sony y Nintendo podrían seguir sus pasos y derivar la fabricación de consolas, altavoces inteligentes y así sucesivamente hasta liquidar la producción, principalmente, en relación con la rama de tecnología y productos destinados a Estados Unidos en otros territorios.

Incluso Lenovo, Acer y Asus estarían pensando tomar decisiones similares, lo que se traduciría como un golpe para la economía china, que depende casi por completo de la exportación de productos tecnológicos. De hecho, desde 1991 los beneficios generados por este sector no han dejado de aumentar, pasando de 10 mil millones de dólares a 1,35 billones en 2017.

(By El Sotano Perdido)