La Unión General de Trabajadores (UGT) ha calificado la caída de 1,5 puntos de IPC como un “descenso notable”, pero ha señado que se mantiene en niveles muy elevados, algo que se agudiza por la situación salarial del país. “Sigue siendo extremadamente preocupante dadas las condiciones salariales que están firmando para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras, muy por debajo de estas cifras”, ha valorado el sindicato a través de un comunicado.

El dato al que hace referencia UGT es el facilitado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) como adealnto, que sitúa el IPC en el 9%. Este descenso es el segundo consecutivo y el mayor experimentado en los últimos meses, después de la racha alcista que comenzó en mayo y se frenó en agosto. Un descenso interanual que se aleja ya en 1,8 décimas del máximo histórico alcanzado en julio, cuando la inflación cerró el mes en el 10,8%, su nivel más alto desde septiembre de 1984.

Desde la organización sindical no creen que esta reducción suponga una amplia mejora porque, como apuntan, los precios llevan más de un año instalados en una tendencia creciente, mientras que los salarios en convenio apenas han visto crecimientos del 2,6% en lo que va de 2022, según los últimos datos con los que cuentan. “Una brecha que provoca una pérdida de poder adquisitivo inadmisible para los trabajadores”, sentencian.

“La solución a este crecimiento del nivel general de los precios pasa por reducir los precios de los productos energéticos recortando los beneficios caídos del cielo de las grandes empresas del sector, a través de topes en sus retribuciones y haciendo que tributen más; por impedir que las empresas de algunos sectores se aprovechen estas circunstancias especulando y obteniendo beneficios extraordinarios (señaladamente, la distribución alimentaria), y por pagar unos salarios dignos y evitar el conflicto”, trasladan UGT como solución.

Movilizaciones a nivel nacional

Para responder a esto, la propia UGT y CCOO han anunciado el calendario de movilizaciones del 'otoño caliente' con el que ya habían advertido. Así, el 7 de octubre, dará comienzo un mes con actuaciones sindicales a lo largo de todo el país con la convocatoria de concentraciones delante de todas las sedes patronales.

Las semanas posteriores a ese día y hasta el 28 de octubre, se sucederán asambleas informativas en los centros de trabajo y los repartos de manifiestos en las calles "como parte de agitación de la sociedad", ha anunciado Pepe Álvarez, secretario general de UGT. Finalmente, el 3 de noviembre queda convocada, como "punto de inflexión", una manifestación de carácter nacional en Madrid, ha concluido. 

“No lo hacemos porque queramos, sino forzados por la intransigencia de una patronal que solo piensa en ganar cada día un poco más y que no ha dado ninguna explicación al país de cual es la razón por la que no están negociando los convenios. Las empresas están ganando dinero, están trasladando los costes a los precios de consumo y tienen margen suficiente como para poder negociar a largo plazo”, ha expuesto Álvarez como justificación de la actuación de los sindicatos.