No es la primera vez que, en medio de su incontinencia verbal y tuitera, Donald Trump arremete contra Jeff Bezos, creador y director de Amazon, recientemente categorizado como el hombre más rico del mundo. Entre otras cosas, en la última semana lo ha acusado de destruir empleos (como si no compartiesen una misma filosofía económica), de no pagar impuestos en Estados Unidos y de aprovecharse del sistema postal del país. Textualmente, ha dicho en Twitter que " Amazon le cuesta a la Oficina de Correos de Estados Unidos enormes cantidades de dinero por ejercer de repartidor. Amazon debería pagar estos costos (y hasta más) y no hacerlos pagar a los contribuyentes estadounidense. Son muchos miles de millones de dólares. Los líderes de la Oficina de Correo no tienen ni idea (¿o sí?)". Y en otra de sus publicaciones, añadió: "Solo los tontos, o algo peor, dicen que nuestro Servicio Postal, que pierde dinero, gana dinero con Amazon. Pierden una fortuna y esto cambiará. También nuestros minoristas, que pagan sus impuestos, están cerrando tiendas por todo el país... ¡La balanza no está equilibrada!", tuiteó.

La credibilidad del presidente

Y parece que el presidente tiene credibildiad, porque sus palabras han tenido consecuencias en bolsa. Así, las acciones de Amazon bajaron 5,21% el lunes, tras el tercer tutieo de Trump tuiteara contra la compañía por tercera vez en la última semana. Quizá, entre los motivos ocultos de Trump para tratar de minar la moral de Bezos haya que considerar que éste es también propietario de The Washington Post, muy crítico con la gestión del presidente. Algunos medios han contraatacado contra Trump y mostrado sus vergüenzas: la cadena de televisión CBS publicó que durante su campaña para ser elegido, el presidente Donald Trump gastó US$158.498 en pedidos como cliente de Amazon, en un total de 379 transacciones catalogadas como “compras de material de oficina”.