Este lunes los agentes sociales se han vuelto a reunir con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para abordar la reforma de las pensiones de José Luis Escrivá, titular de la cartera. Después de la polémica propuesta del Gobierno sobre ampliar el periodo de cálculo de 25 a 30 años, que marcó la anterior reunión y posicionó en contra a patronal y sindicatos, la mesa de diálogo ha vuelto a cerrar una larga jornada sin ningún avance. Este aspecto no ha sido abordado, igual que muchos otros que suscitan la polémica.

“La propuesta tiene muy pocas variaciones respecto de la situación anterior. Se mantiene una propuesta claramente insuficiente”, ha apuntado Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, al concluir la reunión. Los principales problemas señalados por los sindicatos se refieren al incremento de ingresos derivado del destope sobre bases máximas y al no abordaje de las pensiones mínimas. Si bien, reconocen un avance, aunque mínimo, en lo que a brecha de género se refiere.

Concretamente, el Ministerio de Escrivá ha propuesto elevar hasta el 80% de base mínima entre los meses 49 al 72 a personas entre 35 y 45 años que hayan sufrido en esos años una interrupción de su carrera laboral después de tener un hijo, situación que afecta mayoritariamente a mujeres. Esto supone un acercamiento con los sindicatos, al asumirse algunas de sus reclamaciones, pero ni de lejos es suficiente para estos agentes sociales, que exigen mucho más.

“No se aborda en absoluto las pensiones mínimas. No hay ninguna propuesta del gobierno ni en mecanismo de equidad intergeneracional ni en pensiones mínimas, y es insuficiente claramente en materia de integración de lagunas, habiendo un avance insuficiente en relación con el complemento para reducir la brecha de género y un avance algo mayor en relación con las propuestas que hemos hecho de periodos cotizados por excedencias en el cuidado de hijos, mayores, o de reducciones de jornada”, espeta Bravo.

El plazo acaba el 31 de diciembre

Después de varias horas de reunión, la segunda en apenas dos semanas, los contendientes se mantienen en el punto de partida y no parece que vaya a alcanzarse un acuerdo con rapidez. Celeridad que el ministro necesita porque el compromiso asumido con la Comisión Europea expirará el próximo 31 de diciembre. No obstante, no parece que los plazos vayan a cumplirse, a pesar de que esta reforma es una de las exigencias de Bruselas para la transmisión de los fondos europeos (next generation).

“En este marco el movimiento de la mesa es muy lento, extremadamente lento, y por tanto difícil de poder vaticinar que se vaya a cumplir el plazo que el gobierno está marcando de terminar antes del 31 de diciembre”, asegura el secretario de CCOO. Los asistentes han confirmado que la mesa volverá a reunirse, pero aún no cuentan con fecha. Además, en esta ocasión, podrían tardar más en volver a verse las caras tras la demanda de los sindicatos: no convocar la mesa si el Gobierno no tiene una “propuesta más amplia que recoja el conjunto de materias que hemos planteado”.