José María Álvarez Suárez, más conocido como Pepe Álvarez, era reelegido el pasado 20 de mayo como secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT) con el 85,83% de los votos. 

Nacido el 20 de marzo de 1958 en Belmonte (Asturias), cursó estudios de formación profesional en el municipio también astur de Noreña. En 1975 se traslada a Barcelona y comienza a trabajar en la empresa Maquinista Terrestre y Marítima (actualmente Alstom), siendo en esta ciudad donde tiene su primer contacto con la UGT. 

Casi siempre ha ocupado cargos de primera línea en el sindicato de Cataluña. Así por ejemplo, en 1988 es reelegido secretario de Organización de la Federación del Metal de la UGT de Cataluña y miembro del Comité Confederal de la UGT; y un año después es nombrado presidente de la Comisión Gestora de la UGT catalana. Por su parte, en mayo de 1990 el VIII Congreso del sindicato en la Comunidad Autónoma lo elige Secretario General, cargo para el que será reelegido en los seis congresos posteriores.

Ya en  2016 es elegido secretario general de la UGT en el 42 Congreso Federal y en 2019 vicepresidente de la Confederación Europea de Sindicatos (CES)

Logros de UGT y objetivos de Pepe Álvarez

Tal y como se indica en la página web oficial de UGT, las intenciones de Pepe Álvarez desde su llegada pasan por modernizar el sindicato consolidando áreas destinadas a una labor concreta y creando "servicios específicos" como son la Asociación de Ayuda Mutua de Inmigrantes en Catalunya (AMIC) o la Confederación de Trabajadores Autónomos de Catalunya (CTAC)

Entre los logros de UGT, su secretario general destaca en el artículo 30 años por las trabajadoras y trabajadores escrito para la Agencia EFE, que el sindicato promovió "el primer movimiento huelguístico, que culminó con la huelga de 1962 en Asturias, brutalmente sofocada por las autoridades" y que participó en la llegada de derechos laborales tales como las vacaciones, la libranza en fines de semana, los permisos retribuidos o las bajas médicas.  Asimismo, más reciente queda la conquista de la jornada laboral de 35 horas y otras mejoras en los empleos y los salarios.

Entre los objetivos que se marca Álvarez al frente de la UGT resaltan la necesidad de dar respuesta al paro juvenil -más acentuado si cabe con la crisis del coronavirus- al desempleo en personas mayores de 55 años, conseguir mejoras en las pensiones y minimizar el impacto laboral en el medio ambiente.