La Sareb, conocida como el banco malo, tenía el único objetivo de liquidar todos sus activos antes de 2027 y devolver la deuda. Esto no sucederá. El consejero delegado de la entidad, Leopoldo Puig, lo ha reconocido este jueves durante la presentación de resultados del Ejercicio 2023, momento en el que ha defendido una estrategia que deja totalmente desprotegidos a los inquilinos. Cabe destacar que gran parte de ellos son familias vulnerables y que el mayor participante de la empresa es el Estado español.

"Vender, vender, vender, como si no hubiese un mañana" y como si el producto del que habla el consejero no fuera de primera necesidad. El organismo no cree que el Estado permita vender viviendas residenciales, pero los colectivos de vivienda denuncian que primero los desalojan y luego les dan salida a precio de saldo. Además, aseguran que se están tapiando ilegalmente pisos de la entidad pública, que gran parte del parque de vivienda se encuentra en condiciones deplorables y que la estrategia seguida es postergar y torpedear la firma de alquileres sociales.

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Todo ello, además, no le está posibilitando con el objetivo de su constitución. "Previsiblemente hay una parte de la deuda que no se va a poder amortizar", ha reconocido Puig, que ha apuntado que en las cuentas oficiales de la Sareb ya se encuentra reflejado “un patrimonio negativo de 14.600 millones”. Eso ya va dando un indicio de por dónde van las cosas", ha desarrollado el consejero delegado.  No obstante, los responsables de la sociedad, participada en su mayoría por el Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), han asumido el deterioro.

"Es imposible que se venda toda" la cartera de activos inmobiliarios siguiendo la estrategia actual, de vender de unidad en unidad, ha espetado, mientras las comunidades autónomas rechazan los paquetes de viviendas que les son ofrecidos a bajo coste para, entre otras cosas, destinar a alquileres sociales.  Además, han señalado que si se consiguiese una venta institucional, el deterioro sería mayor. Pese a que el panorama no es halagüeño, desde la entidad aseguran que están trabajando para liquidar la cartera en 2027, fecha que tiene mandatada la compañía y en la que tiene prevista su propia liquidación.

Todas las viviendas de la Sareb

El groso de las 50.000 viviendas ya están construidas y se encuentran disponibles. Un total de 21.000 inmuebles se encuentran publicados en portales inmobiliarios y a disposición de las Administraciones para su adquisición. De estas, 10.000 están ya ocupadas o preparadas para ello, mientras que 11.000 están “a punto”, según apuntaba la Sareb a este periódico hace un par de meses.

El 30% del parque de vivienda del banco malo, 15.000 inmuebles, pertenece al Proyecto Viena. Fuentes de la Sareb contactadas por este periódica confirmaron que la licitación para la construcción de las primeras 3.500 sigue los tiempos establecidos. Otro 28% (14.000) del total de viviendas están destinadas a alquileres sociales, aseguran, repartiéndose entre 6.000 alquileres sociales constituidos directamente por la entidad, 1.600 suscritos por Administraciones locales y autonómicas y el resto que esperan a ser alquilados.

MAPA SAREB

Desde que se constituyó la sociedad, la cartera total de activos se ha reducido en un 54,5%, pasando de los 50.781 millones iniciales a 23.104 millones a cierre de 2023. Actualmente, el 62% de la cartera está constituido por inmuebles y el resto (38%) por préstamos al promotor con garantías inmobiliarias. En su origen, el 78% de la cartera de activos de la sociedad eran estos préstamos. Asimismo, la sociedad amortizó 1.068 millones de deuda avalada por el Estado durante 2023. Se trata de una importante caída respecto al dato de récord del pasado año, por el que se amortizaron 3.184 millones de euros en 2022.

Con todo, la deuda viva desde su origen se ha situado en 29.413 millones, un dato que computa como deuda pública y repercute en el déficit del Estado. En los últimos 11 años, Sareb ha reducido la deuda con aval del Estado en 21.368 millones de euros, el 42% del total, por lo que a cierre de 2023 la cantidad se situaba en los mencionados 29.413 millones frente a los 50.780 con los que nació la entidad.